Érase una vez una ciudad…

Acertó quien dijo que Andalucía sería la California de Europa. Pero la de Disneyland, no la de Silicon Valley

14 de septiembre 2021 - 01:46

érase una vez una ciudad que se convirtió en lo que, acudiendo a la autoridad de la Real Academia de la Lengua, podría definirse como un parque temático o "recinto cuyas atracciones e instalaciones se ordenan con intención didáctica en torno a un determinado tema". El tema es ella misma. O más bien lo que desde fuera le habían hecho creer que era hasta el punto de hacer que se reinventara a sí misma mezclando con tanta sabiduría y habilidad lo inventado y lo real que resulta difícil, si no imposible, distinguir las escenografías inventadas de lo hecho por los siglos.

Todo acabó adquiriendo una misma y única realidad irreal de ensoñación a medio camino entre la vigilia y el sueño, porque los lugareños acabaron recreándola en parte a la hechura de su nostalgia por su espléndido pasado y en parte acogiendo los tópicos acuñados por los "curiosos impertinentes", como Ian Robertson llamó a los viajeros ingleses por España desde Carlos III a 1855 en su libro ya clásico que prologó Fraga (lógico: fue el ministro que dio más fuerza a la campaña Spain is Different abreviando el eslogan de 1957 -Spain is Beautifuland "different". Visit Spain- y quitándole a "different" las cautas comillas que parecían querer evitar que esta diferencia fuera tomada como el retraso de la exótica y un poco bárbara África que empezaba en los Pirineos).

Pero no nos vayamos por los cerros de Fígaro, de don Giovanni, de Carmen o de don Jorgito el inglés, porque está claro que hablamos de Sevilla. Ni siquiera por los de los años 10 y 20 del Marqués de la Vega-Inclán y Primo de Rivera, los paradores nacionales, el Patronato Nacional de Turismo, el inicio de la cartelería turística y la reinvención regionalista de Sevilla entre el concurso de casas sevillanas de 1912 y la exposición de 1929. Porque justo un siglo después la realidad -más bien la necesidad: se come de lo que se come- es que el centro de la ciudad es algo muy parecido a un gigantesco parque temático -hoteles (sumen los nuevos de República Argentina, la Magdalena, la Puerta de Jerez o la Avenida), bares, restaurantes, templos- que en gran medida alimenta a toda la ciudad y cada año celebra sus grandes cabalgatas procesionales o feriales. Dijo un político en los 90 que Andalucía iba a ser la California del sur de Europa. Acertó. Pero no la de Silicon Valley, sino la de Disneyland o Universal Studios. Si no la Nevada de Las Vegas.

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