La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
El título de este artículo es una provocación, lo sé, pero no me dirán que no resulta llamativo el papel que los prostíbulos ocupan en las tramas de corrupción de nuestro país. Con el escándalo de los ERE descubrimos las andanzas del “chófer de la coca” y ahora, con el caso de la Faffe, es Fernando Villén quien nos está sumergiendo en las noches locas de los burdeles.
Mercedes Alaya, ahora destinada en la Audiencia de Sevilla, ha presidido estos días el proceso con jurado popular contra el que fuera director de la fundación pública para la formación y el empleo. Anticorrupción ha bautizado al exalto cargo de la Junta como el “Juan Palomo” de la Faffe. Mucho guisar y mucho comer pero nada de facturas.
Tomen nota: Villén está acusado de haberse gastado entre 2004 y 2011 más de 32.000 euros en clubes de alterne de Sevilla, Cádiz y Córdoba. El momento culmen nos lleva a la noche del 22 de marzo de 2010 en el Don Angelo. Nos lo contaba Jorge Muñoz este fin de semana en una crónica que bien podría ser un guion de Netflix: se fundió 15.000 euros en apenas seis horas. ¿Él solo? Pues es la pregunta que sigue en el aire. Fernando Villén no ha querido tirar de la manta. Al día siguiente intentó encubrir los gastos denunciando un falso robo de la tarjeta y ahora lo cubre todo de un halo de misterio. No ha querido desvelar ni quién es quién ni el porqué de la orgía. Pero por la hemeroteca sabemos que la controvertida fiesta coincidió con una remodelación del Ejecutivo andaluz en la que Griñán enseñó la puerta al consejero Antonio Fernández, el máximo responsable de la Faffe. ¿Casualidades?
Siempre hubo clases. El puticlub de Granada no tiene un nombre con tanto glamour como el Don Angelo pero, de puertas adentro, la noche es noche. Es lujuria y tentación. Con la presunción de inocencia por delante, se va armando el relato sobre el secuestro exprés de Maracena que ha salpicado al ex alcalde Noel López. Lola Quero acaba de publicar nuevos avances de la investigación: el origen del “susto” que se tornó en “detención ilegal” vuelve a poner el foco en la licencia irregular de una gasolinera pero con un trasfondo de alto voltaje, un supuesto chantaje contra el diputado andaluz con un vídeo en un prostíbulo que hubiera podido acabar con su carrera política. ¿Más casualidades? ¿Realidad? ¿Ficción? Todo es un futurible, pero así son los puzles judiciales. Unos encajando piezas y otros haciéndolas desaparecer…
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