Detrás de Francia

Jornada de movilización histórica en toda Francia. Es la quinta huelga general en dos meses. Están a punto de tumbar la reforma de pensiones del neoliberal Macron (jubilación de 62 a 64 años). Mientras, en España la jubilación está en 67 años y sin huelga general desde 2012".

¿Quién dijo que Twitter está de capa caída? Encuentro la mejor síntesis del martes negro con que nuestros vecinos franceses han gritado "basta" en un post de un colega periodista (Fonsi Loaiza) que se define como "picapedrero de la información". No sabía ni que lo seguía pero me alegro.

Lo cierto es que miro a Francia y no sé si alegrarme o cabrearme: hay gobiernos que marcan el paso y otros que van a remolque; y ya estarán pensando que a nosotros siempre nos toca morder el polvo. Lo digo por la jubilación (si en España nos descuidamos nos vamos a los 70) pero también por el bloqueo para subir los salarios, por el pasotismo con que asumimos la galopante pérdida de poder adquisitivo que hemos heredado de la pandemia y por el rechazo a medidas tan aparentemente necesarias como el tope de los precios de los alimentos. Me corrijo: el tope a los márgenes de ganancias del sector de la distribución.

Recuerdo como si fuera ayer cuando en España nos decían que no era legal bajar el precio de las mascarillas. Y el de la gasolina. Y el de los productos de higiene femenina. Y el de la cesta de la compra. Y en esas estábamos cuando Francia nos ha sorprendido contrarrestando la movilización en las calles con el anuncio de un gran acuerdo con los principales supermercados del país.

Fue en pleno verano cuando la vicepresidenta Yolanda Díaz planteaba abiertamente la medida. La exigía. Entonces decía el ministro Planas que era imposible y siempre he pensado que era una de las voces más solventes del Ejecutivo. Hoy lo dudo. Hace sólo unas horas que ha aplaudido el anuncio de la iniciativa francesa y hasta ha sacado pecho de la "madurez y competitividad" del sector español para copiar la medida (Carrefour ha tomado la avanzadilla con 200 productos por menos de 2 euros). ¿Otra vez a contratiempo? Igual no. Habrán pensando en Moncloa que mejor ahora que en mayo con las Municipales. Que mejor poner el foco en la economía que en las marchas del 8-M que este miércoles se multiplicarán por nuestras ciudades para evidenciar que la "unidad" es solo un lema. Con o sin ejemplo francés, así nos va.