Deseo de ser piel roja

Atodos nos gusta desobedecer las leyes, y no debe de haber ningún habitante de este mundo que no haya soñado alguna vez con vivir al margen de todas las obligaciones y de todas las normas de convivencia. Franz Kafka expresó ese deseo en uno de sus fragmentos más hermosos, que llamó Deseo de ser piel roja ("Si uno pudiera ser un piel roja siempre alerta, cabalgando sobre un caballo veloz a través del viento"…). Y Stevenson lo encarnó en el pirata cojo de La isla del tesoro, el temible Long John Silver que tenía fascinado el jovencito Jim Hawkins. Y si todos los niños han soñado alguna vez con ser pieles rojas o con ser piratas -aunque las niñas, ojo, suelen soñar con cosas muy distintas-, es porque todos hemos querido vivir en un mundo en el que no hubiera maestros con punteros en la mano ni iglesias a las que ir a rezar todos los domingos.

Pero ese mundo de las obligaciones infantiles ya casi no existe en los países desarrollados. Ahora los niños viven en un medio en el que prácticamente no existen las normas, o si existen, son muy laxas y casi nunca suponen un gran esfuerzo. Y lo que ahora quieren los niños, sobre todo si son niños a los que maltratan en clase sus compañeros de colegio, o que viven una angustiosa situación económica porque sus familias lo están pasando muy mal, es que existan unas mínimas normas de convivencia que les garanticen que nadie va a burlarse de ellos, y que estén en vigor unas medidas de protección social que impidan que ellos y sus familias se queden a la intemperie. Es decir, que lo que ahora quieren los niños -y los adultos- no es ser pieles rojas galopando al viento, sino ciudadanos protegidos por sus derechos y que puedan vivir con un mínimo de dignidad.

Lo digo porque Ada Colau, la probable alcaldesa de Barcelona, ha declarado que piensa desobedecer las leyes que le parecieran injustas. La gente de orden que ha criticado estas declaraciones olvida a nuestra vieja clase política que ha desobedecido todas las leyes, malgastando y robando el dinero público de una manera vergonzosa, así que desobedecer las leyes no sería ninguna novedad. Y además, se supone que Ada Colau va a incumplir las leyes para defender a los que lo han perdido todo en esta crisis, o eso al menos dice ella. Ahora bien, ¿no sería mucho más beneficioso para todos los ciudadanos que los políticos se limitasen a cumplir con la ley, por mucho que en el fondo desearan ser un piel roja, como imagino que le ocurre a Colau? Sería bueno saberlo.