Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Me preguntaba el otro día un profesor de la Autónoma de Barcelona cómo era, pero de verdad, a pie de calle, el gobierno de Juanma Moreno en Andalucía. Quería saber cómo vivíamos con un gobierno de derechas tras casi cuarenta años de gestión socialista. Si se notaba el cambio. Si era tan “moderado” y había una situación tan “estable” como parece cada vez que hay una crisis del PP, salta alguna polémica con Ayuso y todos miran de reojo… al hombre que hablaba a las vacas. El candidato que ganó contra pronóstico, con menos votos que Javier Arenas, pero pudo gobernar y, sobre todo, supo refrendar y ampliar apoyos para pilotar San Telmo sin depender de nadie.
Me he acordado de la conversación a las puertas del 28-F, a raíz de la última encuesta del Centro de Estudios Andaluces (Centra) y las entusiastas declaraciones del consejero de Presidencia: siete de cada diez andaluces creen que Andalucía está mucho mejor que hace cuatro años en inversiones, empleo o infraestructuras (nada dicen de la desesperación, por ejemplo, con las listas de espera en Salud, de la crisis de Doñana ni de los trenes-diligencia con que proclaman que aquí hay “Alta Velocidad”). Para Antonio Sanz, todo es resultado del “Gobierno de buenas noticias” de Moreno (aunque poco diferenciaba entre márketing y realidad).
Admitámoslo. Lo de vender Andalucía lo hacen muy bien. Y no piensen que son dones innatos ni golpes de suerte. Todo comenzó con la vaca. Sí, en 2018. Aleix Sanmartín, uno de los estrategas y consultores políticos más premiados a nivel internacional, se puso a remar para el PP andaluz. El líder andaluz no es el único dirigente que ha probado su magia. Ahí están López Obrador y Felipe Calderón en México, Moratinos en la ONU, Fernández Vara en Extremadura, López Miras en Murcia, Ximo Puig en Valencia…
Derechas o izquierdas. Para un profesional, poco importa. Justo me contaba el otro día un buen amigo en los premios de la APG que Sanmartín llamó primero a las puertas de San Vicente, cuando Susana Díaz, y ni lo recibieron. Iban sobraos; tanto, que perdieron la Junta.
Ya sé que criticar es muy fácil cuando están todas las cartas sobre la mesa. Pero mi reflexión va más allá de torpezas y aciertos puntuales. Al PP de Juanma Moreno se le da bien, muy bien, poner lazos. Ahí está la Andalucía Crush como ejemplo. Se lo creen. ¿No dicen siempre que hay una crisis que el problema es de “comunicación”? Pues para lo malo y para lo bueno. Caso Koldo, caso Ábalos, caso Sánchez... Unos lo saben; otro no.
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