Gafas de cerca
Tacho Rufino
Un juego de suma fea
Crónicas levantiscas
LA España asimétrica regresa por la vía del pacto del Gobierno con los independentistas catalanes, Artur Mas ha dado por acabada la vía independentista en una entrevista en La VanguardiaLa Vanguardia. No es baladí, este ex presidente de la Generalitat fue el hombre que inició el proceso con el primer referéndum ilegal de independencia y ahora espera sentado a que Junts regrese a lo que ellos llaman mundo posconvergente, a que Puigdemont baje del monte y se ocupe de lo realmente importante. ¿De qué? Del pacto fiscal por la vía del concierto. De los dineros.
A la vez, la vicepresidenta María Jesús Montero, número dos del PSOE, descarta el referéndum porque no cabe en la Constitución, de modo que las partes entran en sintonía; hablemos de impuestos.
El PSOE admite que debe existir el derecho a ser diferente, pero no a diferentes derechos, de modo que vamos a la asimetría por el camino del café para todos, pero a demanda. Cataluña abre la puerta, y los demás deciden si se apuntan. La condonación de parte de la deuda es para todos. ¿Alguien más quiere las Cercanías? Juanma Moreno ha levantado la mano pero de mentiriquilla, tampoco desea las competencias de prisiones ni necesita blindar el plurilingüismo.
Junts y ERC esperan que en esta legislatura se ponga en marcha en consorcio Generalitat-Estado para la recaudación de los impuestos, que es el paso previo a la creación de la Agencia Tributaria de Cataluña. Está en su Estatuto y se pondrá en marcha. Si el Gobierno quiere, puede ceder cuantos impuestos desee siempre que la Generalitat contribuya a la mal llamada solidaridad entre las regiones. Si eso no es el concierto vasco, se le parece en todo menos en el gentilicio.
La asimetría por la vía del café para todos. Andalucía, que copió el Estatuto de Cataluña, también puede desarrollar este consorcio fiscal con el Estado y su propia Agencia Tributaria, pero para qué. Carmen Chacón ya propuso en el congreso que le disputó a Rubalcaba que la fórmula del cupo se extendiese a todas las comunidades. ¿Para qué? A las comunidades perceptoras, que son todas menos Madrid, Cataluña y Baleares, no les conviene esta fórmula para ricos, a menos Gobierno central, menos dinero para cumplir el precepto constitucional de igualdad de servicios para todos los españoles. Ya viene el concierto, dejemos de hablar del referéndum, y vayamos a lo importante.
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