Chaparrones de mayo, qué nostalgia

Sumidos en la dolorosa tragedia de la sequía más inmisericorde que vieron los siglos y viendo cómo la tierra se resquebraja y deja a la vista sus miserias, la nostalgia se erige en compañera incondicional de nuestras pesadillas. Y como las desgracias no llegan solas, la muerte de Miguel de los Reyes adereza luctuosamente este mayo tan a contraestilo. En éstas estamos cuando la sequía y el luto por el adiós del hombre que con Diego revitalizó la sevillana nos trae a la memoria aquella de Chaparrones de mayo lavan los pinos y asientan las arenas de los caminos. Añoranza de unos chaparrones cuasi tropicales que ponían las cosas en su sitio y dolor por unos arroyuelos secos como el esparto. ¿Cuándo le pondrán fin las isóbaras a este drama que lleva a alguna inefable autoridad a querer rellenar el Quema con un agua inexistente? Ay aquellos chaparrones de mayo...