Cartas al Rey

Varios mandos militares retirados, entre los que destacan generales y coroneles, han enviado una carta al Rey en el que expresan su temor por la ruptura de España en unos términos, claramente, hiperventilados, donde califican al Gobierno de "social-comunista" y de aliados "filoterroristas". La carta de los 73 corresponde a militares que entraron en la Academia de Zaragoza en 1964, y vino precedida de otra de una promoción del Aire, mientras se intenta que llegue una más de la Marina. La intención de los promotores es que fueran llegando cartas "en cascada" a Zarzuela, de modo que el Rey se diese cuenta de la honda preocupación que hay en los cuarteles de invierno de la jubilación. El hecho suena de antiguo, de aquellos años en los que un general magnificaba el enfado castrense para proponerse él como solución.

Ni las cartas ni el whatsapp de unos abueletes intoxicados con las tertulias apocalípticas son para inquietar, lo que realmente es preocupante es que estos señores hayan sido altos mandos de los ejércitos hasta hace bien poco; no son de los que hicieron la Guerra con Franco, llegaron a la Academia poco antes de que estallase el Mayo francés. Sus alusiones a la Constitución del 78 son reconfortantes, aunque han debido de hacer una lectura muy equivocada de su Título VIII y del papel que se le adjudica a ellos en el texto. La utilizan en vano, porque su objetivo es condicionar, o apropiarse, del Rey en lo que sí parece un movimiento novedoso por parte de la derecha más extrema. En ninguna moción de censura -sólo en la de Santiago Abascal-, se vitoreó al Rey.

Hace pocos días, Luis Alejandre, que fue Jefe del Estado Mayor del Ejército, se declaraba muy preocupado en 13tv por la entrega del cuartel de Loyola al Ayuntamiento de San Sebastián, una concesión al PNV que demuestra, en su opinión, que España es un "Estado fallido". Como Yugoslavia, Somalia y Yemen. Lo mismo, desde el año 1976 se lleva oyendo que España se rompe, pero lo que inquieta es que tantos mandos hayan opinado de este modo durante el ejercicio de sus responsabilidades.

España no es un Estado fallido, es un milagro, como milagrosa fue la Transición que ahora pone en duda Unidas Podemos. La evolución de las Fuerzas Armadas españolas ha sido asombrosa, la OTAN vino a solucionar un viejo problema español, el de la participación de los militares en la política nacional, pero a algunos que peinan canas les sigue pesando la vieja herencia de los espadones.