La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El alcalde de Sevilla no tiene una varita mágica
Crónica personal
GUSTA mucho en España adoptar tradiciones, fiestas y nomenclatura de Estados Unidos; sólo falta que celebremos el Washington Day, aunque después de conmemorar el Thanksgiving con pavo incluido somos capaces ya de cualquier cosa.
Ha llegado el Blue Monday, el tercer lunes de enero, que algún sociólogo de ese país considera que es el día más triste del año tras los festejos -y gastos- de Navidad. Este Blue Monday es especialmente triste para los españoles, como los días inmediatamente anteriores y probablemente los próximos. Pero no por los muchos gastos navideños, sino porque algunos de los políticos que nos han tocado en suerte no están dando la talla ni de lejos.
Las luchas por el poder no suelen ser ejemplares, se dejan cadáveres en el camino y no siempre de adversarios, en ocasiones la ambición se antepone a las lealtades personales. Ahora esa ansia de poder está dejando un rastro amargo por la actitud de ciertos dirigentes que demuestran escaso respeto a lo que defendían en la campaña electoral, no sólo no piensan en las consecuencias que tiene para su partido el empeñarse en alcanzar la Presidencia del Gobierno al precio que sea y, en el caso de Pedro Sánchez, llega a su cota máxima de falta de decoro hacia los votantes cuando cede senadores a dos formaciones independentistas. Seguro que la mayoría de los que pusieron la cruz en los nombres de los cuatro senadores socialistas que hoy formarán parte de los grupos de ERC y la antigua Convergència, se lo habrían pensado muy mucho si supieran que sus votos iban a servir para que el independentismo tuviera voz potente en el Senado. Si Sánchez no hubiera pactado esa cesión, tendrían que haberse conformado con el tiempo que les adjudicaran sus compañeros del grupo mixto. Y que digan los sanchistas que se trata de un acto de cortesía es un insulto a la inteligencia. Al Blue Monday antecedió en tristeza un Blue Thursday que fue decepcionante para gran parte de la familia socialista.
Es Blue Monday también, pero por razones muy distintas a las mencionadas, para los responsables de la empresa pública Acuamed detenidos por la Guardia Civil tras el resultado de una investigación por fraude llevada a cabo por la UDEF. Con una sola lectura positiva: la UDEF se toma en serio su trabajo, gobierne quien gobierne, caiga quien caiga y moleste a quien moleste. No siempre fue así, cualquier periodista que tenga ya años de oficio ha escuchado en ocasiones varias cómo determinadas investigaciones fueron bloqueadas en el pasado.
Rajoy y su Gobierno tienen muchos flancos débiles, pero en la lucha contra la corrupción no les pueda dar lecciones nadie. Por eso han salido tantos casos a la luz, muchos en sus filas. Es lo que ocurre cuando se dan instrucciones de acabar con los corruptos aunque formen parte del Gobierno, del partido o del círculo más íntimo.
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