NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Los profesores recuperan el control de las aulas
Pasará el tiempo y no dejará de sorprender el error cometido por el Betis en cuanto a la conformación de su plantilla con tres competiciones en juego, o a punto de jugarse. Bueno, la que está a punto de jugarse tiene remedio, pues cuando empiece la Copa del Rey ya se debe haber subsanado el error, ¿no? Pero el problemón atañe principalmente a la competitividad que exige la competición continental, esa que tan mal empezó en Glasgow.
Por si eran pocos parió la abuela y llegó la lesión de Bartra. Por cierto y en relación con su parte médico hay que aclarar que las lesiones parciales no existen. Las lesiones son graves o leves, pero no parciales; puede ser parcial una rotura, pero como lesión no es parcial. Y no puede ser más inoportuna la baja del catalán que deja a Pezzella como único central para ir a Chipre, recibir al Aris, viajar a Praga y jugar de local contra el Rangers, conque verdes las siegan.
No se pretende ser ventajista, pero ¿quién fue el autor que motivó tamaño desperfecto? Pero, claro, el autor o autores de tal decisión continúan teniendo crédito suficiente como para que la ira de la clientela no se concentre en ellos. Ahora sólo queda buscar la solución adecuada, pero es que el mal se agrava considerablemente respecto al concurso continental y aquí hay que apelar a la sabiduría de ese gran hacedor que es Manuel Pellegrini para que la cornada no se gangrene.
Escribíamos días atrás que este Betis está cogido con alfileres y tanto el empate ante el Cádiz, como el de Granada y el de Vitoria lo han demostrado. Tres enemigos de perfil bajo a los que el equipo de Pellegrini no pudo doblegar se trufan en el buen papel ante Valencia y Sparta, pero Europa no puede esperar y el Betis se halla en un laberinto rico en celadas a las que se acude con una desnudez defensiva que mete miedo. A ver cómo se arregla este descalzaperros tan increíble.
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