Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Cuando Onésimo Díaz dijo que su libro sobre mujeres no lo escribió porque estuviera de moda sino porque lo consideró oportuno pensé que quizá haya quien esté convencido de que publicar sobre mujeres esté de moda. Y como tal, una moda pasajera. Las mujeres que llevábamos habitando este mundo el mismo tiempo que los hombres, ni llegamos por casualidad, ni para regresar a la sombra. Onésimo Díaz es profesor de Historia contemporánea y autor del nuevo libro Mujeres protagonistas del siglo XX, editorial Base. En él cuenta cómo muchas mujeres influyeron en construir la sociedad mundial. Destaca desde la conocida Ana Frank, la niña judía que escribió su famosísimo diario en el que relataba su vida escondida en una buhardilla de Amsterdam antes de que se la llevaran a morir a un campo de concentración. De ella se ha publicado su propio diario, se han escrito libros, novelas, de Ana Frank se ha hablado en las escuelas, pero no tanto de Gettrude Bell. Bell (1868- 1926) fue una arqueóloga, politóloga, escritora y espía británica que favoreció el voto femenino en Reino Unido. El catedrático cuenta que fue Gettrude Bell la que dibujaba las fronteras y determinaciones en tiempos de la posguerra. Así pues, todas las estrategias de los soldados estaban en sus manos, así como su supervivencia. Se ve claramente, dice, en la película El Paciente inglés, cuyos soldados británicos fían sus planes en un mapa. Un mapa que no estaba diseñado por un cartógrafo, sino una cartógrafa (Si es que se pudiera decir así). Otra de las vidas que detalla es la que ya se proyectó en el cine protagonizada por la formidable Meryl Streep en Los archivos del Pentágono. Katherine Graham, periodista y editora, hubo de hacerse cargo del periódico familiar, tras el suicidio de su esposo. El padre de Katherine creyó que el cargo de directora de un periódico no era adecuado para una mujer, pero quiso el destino que, tras la muerte de su esposo, ella se hiciera cargo del The Washington Post. Por su perseverancia y dirección se destapó el caso Watergate . De Jane Hawking, mujer del brillante genio Steve, cuenta que ella era quien animaba a su marido a publicar sus trabajos y quien corregía el estilo de las obras de su marido. Como la mujer de Hitchcock, responsable de que, en Psicosis, por ejemplo, no se viera el crimen y se incrementara la tensión con la música. Y así, una larga lista de sensacionales historias que protagonizaron mujeres quienes no usamos nuestra condición femenina para sacar rentabilidad. Simplemente, somos.
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