Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Sevilla/Con la polémica licencia para derribar una finca del Paseo de Colón y dedicar un edificio completo para casi cuarenta apartamentos turísticos podríamos decir al sevillano modo: “¡Eso ya lo dije yo!”. Por supuesto que Urbanismo ha dado el visto bueno al proyecto tras un remoloneo que rima con postureo. No podía hacer otra cosa que dar la bendición en función de la normativa actual. Y tengan claro los críticos con los excesos del turismo, que somos una legión, que la mayoría de los problemas en la materia vienen de los pisos, que no de los apartamentos. Un bloque de apartamentos es mucho mas fácil de vigilar que dos o tres viviendas turísticas aisladas dentro de un inmueble donde viven familias que acaban de los nervios o expulsados. Hay antiguas casas palacio en el centro de Sevilla que, lamentablemente, han colgado el cartel de AT en la fachada y que no dan ningún problema de convivencia. Distinto es el número, que cada vez sean más y más los edificios que se reconvierten al turismo depredador. Pero conviene tener claras ciertas distinciones. En el Paseo de Colón habrá obra y habrá apartamentos de éxito, porque el sitio es de privilegio. En uno de esos salones con ventanales hacia el río nos recibió algunas veces el inolvidable cura Javierre, del que pronto se cumplirá el centenario de su nacimiento, fecha en la que algunos sacerdotes periodistas, caso de don Antonio Pelayo, tienen puestas muchas ilusiones. Se debe celebrar como corresponde. Estos alojamientos bien podrían denominarse Apartamentos Javierre, donde el cura fue acogido con todo afecto tantísimos años por la familia Fernández-Palacios, donde coordinó la enciclopedia Andalucía, donde escribió tantos y tantos artículos a mano que después le pasaron a mecanografía.
Los sevillanos siempre hemos entregado al turismo nuestros mejores activos: las tabernas, las terrazas de veladores con vistas a los monumentos y los lugares para pernoctar. Y ahora le daremos nada menos que el sitio donde tantos años habitó quien fue en el clero de Sevilla una suerte de Tarancón, el gran cardenal de la Transición. Javierre fue el aragonés que conquistó la ciudad, el que contó a Diario de Sevilla desde Roma el cónclave en el que fue elegido Ratzinger, el primer pregonero de la Semana Santa que actuó en el Maestranza... Javierre fue el aragonés que conquistó la ciudad, el que firmó en Diario de Sevilla las crónicas del cónclave en el que fue elegido Ratzinger, el primer pregonero de la Semana Santa que actuó en el Maestranza... Su residencia sevillana será uno de los muchos apartamentos con vistas al arrabal que bien podrían llevar de nombre su inconfundible apellido, que en Roma es de cardenal por su hermano Antonio María, y en Sevilla es de cura valiente. Expliquemos a los turistas, al menos, dónde están durmiendo. Los cursis llaman a eso hacer pedagogía.
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