La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Sevilla/En la jaula de grillos que es el palomar del Ayuntamiento, el lugar al que los votantes relegan al PP cuando es incapaz de mantener el poder o le hacen penar por su indolencia en el gobierno, hay algún interés en abrir un debate que no debería existir: sustituir a José Luis Sanz por otro candidato. Es cierto que el senador no ha sido proclamado oficialmente como cabeza de lista, porque no lo ha sido ninguno del PP en ninguna gran capital. Lo suyo fue una concesión del antiguo equipo de Génova porque el interesado pidió inteligentemente contar con dos años para darse a conocer.
Más que proclamado, que no lo está, Oseluí está placeado. ¿Recuerdan la cervecita con Moreno en el Salvador? Y también está paseado. ¿Se acuerdan cuando recorrió la misma plaza con Feijóo una semana antes de las elecciones de los 58 diputados? ¿Qué más quieren? El caso es que hay algunos (y alguna) con un tremendo exceso de horas libres. En política hay demasiado tiempo sin ocupaciones. Y alguno se emborracha en la primera taberna del éxito, juega al filtrador enmascarado, trata de liberar gatos del vientre con intentos de ajustes de cuentas contra enemigos internos, cree que es la hora de cambiar de candidato porque es una herencia del pasado y, por supuesto, mete la pata en los peligrosos chats comunes. Quizás el reto de la neomoderación que triunfa en la política actual sea llevar ese mismo espíritu a las bases. La gestión de la victoria es todo un objetivo para el PP andaluz, donde hay algunos demasiado ávidos de tomarse la justicia por su mano por asuntos meramente personales, absolutamente ajenos al interés general. La lepra está en la curia, dice el Papa. Aplíquese a cualquier gran organización. Sanz tiene precisamente ahora unos meses por delante para aprovechar el viento de cola de la mayoría absoluta autonómica. Y los ociosos de siempre, que son los de su propio partido, quieren darle a la película hacia atrás cuando la realidad les ha colocado en la mejor situación nunca conocida por el PP andaluz. ¡Serán torpes!
El actual alcalde, Antonio Muñoz, está en un gran momento tras un inmejorable arranque. Y Sanz se encuentra en la mejor coyuntura política tras sufrir cómo su partido se abría en canal por una crisis interna en marzo de la que no sólo no ha salido sin rasguños en Andalucía, sino absolutamente relanzado. Oseluí no se toca. Está placeado por los altos mandos de antes y de ahora, lo que quizás es mucho más importante que ser proclamado por el comité electoral. Huy, después vendrá la renovación del propio partido del PP en Sevilla. Eso dará para palomitas. O no, que diría el gallego. Tal vez no pasamos del trailer.
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