La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La Sevilla fina en la caja de Sánchez-Dalp
Cada vez tenemos más claro que la designación del gran Jesús Aguirre como presidente del Parlamento de Andalucía fue la concesión de un premio supuestamente mayor para sacarlo del Gobierno andaluz. Cuando era consejero de Sanidad era noticia todas las semanas y casi siempre por un motivo positivo. Ahora casi nunca sabemos nada de don Jesús, todo el día en el despacho de las Cinco Llagas. Su familia estará contentísima pero nosotros nos hemos quedado ayunos de su naturalidad y espontaneidad, que se agradecen muchísimo en una política de palabrería mediocre, argumentario rígido y cacareo previsible. Ha sido dar la nota la diputada Maribel Mora, con el numerito de arrojar arena de Doñana en el escaño del presidente, y volver el Aguirre de los buenos tiempos. “Un poquito de por favor”. ¿Se puede ser más grande, tener más desparpajo y ser más auténtico? “Si quiere llamar la atención, cómprese un mono”. Este presidente del Parlamento es de vuelta al ruedo porque riñe a sus señorías y los trata como lo que son en muchas ocasiones: niños mal criados.
La señorona de Adelante Andalucía provocó que una trabajadora de la Cámara andaluza tuviera que retirar la suciedad que dejó en el asiento del presidente, como cuando en el colegio había gamberros que metían chicles en la cerradura de la puerta o vertían pintura en el sillón del profesor. Pero no pasó nada, porque ya se sabe que cierta izquierda goza de la supremacía de la demagogia. Ensucia que ya vendrá alguien a limpiar. Aguirre acertó al sacar el mono del repertorio, una reacción justa y oportuna, porque la diputada tuvo una actuación más propia de atracción de Feria en un Parlamento que es un templo de la palabra, donde no debe caber el empleo de otros recursos y menos para dar un espectáculo que sufrimos en todos los telediario nacionales. Al menos tuvimos un presidente a la altura y recuperamos su gracia productiva de los años de la pandemia, cuando se dirigía a los andaluces como el médico de familia que nunca dejó de ser. Aquel Aguirre de expresiones únicas como “el tema de las urgencias”, “el tema de las PCR”, “a nivel de UCI”, “a nivel de Atención Primaria”...
¡Cuánto echábamos de menos al político que habla sin florituras ni imposturas! ¿A que se entiende que no siga en el Gobierno? Y eso que mi dilecto Elías Bendodo dijo esta semana que una de las característica del presidente Moreno es la humildad. ¡Han cantado línea! Llego a estar en la sala en ese momento y saco el mono... Pero un mono de esos que se ríen y te enseñan la dentadura con descaro de diputada desahogada.
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