Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Suena bien, ¿verdad? Bienvenidos al Aeropuerto de Sevilla-Diego Velázquez. Sevilla de la mano del arte y la cultura en la que es la primera puerta de entrada de visitantes. El aeródromo sevillano se somete actualmente a una profunda remodelación que busca ponerlo donde las estadísticas dicen que está: el que más crece de Europa en su categoría, batiendo las cifras mes a mes, año a año. Es la hora también de repensar el nombre de nuestro aeropuerto para situarlo en la esfera adecuada y generar un primer impacto en todo aquel que baje de la escalerilla y ponga el pie en Sevilla, una ciudad cuna de artistas universales y con una riqueza patrimonial que ya quisieran otras. Crear marca, se llama.
Y no es que tengamos nada en contra del nombre con el que fue bautizado el aeropuerto, San Pablo, en recuerdo del cortijo que ocupaba aquellos suelos, que también dieron nombre al Polígono cercano, pero uno siente admiración, y también un poco de envidia, cuando visita otras ciudades y ve cómo se recuerda a sus principales hijos.
En los últimos año ha habido cierto runrún con el nombre del aeropuerto. Se ha registrado hasta una proposición no de ley en el Congreso pidiendo que se dedique al padre de la patria andaluza. Pero no se enfaden los hijos de Blas Infante, creo que hay que ser mucho más ambicioso. También se dice que el futuro nombre del aeropuerto estará ligado cuando llegue el momento al de un presidente del Gobierno que, dicen, ha sido el mejor alcalde de Sevilla. No hace falta decir su nombre.
San Isidoro, Bartolomé de las Casas, Mateo Alemán, Lope de Rueda, Nicolás Antonio, Ortiz de Zúñiga, Daóiz, Murillo, Mañara, Bécquer, Susillo, Machado, Chaves Nogales, Turina, Aleixandre, Cecilia Böhl de Faber, Izquierdo, los Álvarez Quintero, Aníbal González, Catalina de Ribera, la Roldana, Madre Angelita, Mercedes de Velilla, Juanita Reina, María Fernández Coronel, Belmonte, Gallito... son todos ilustres hijos de una ciudad a la que han aportado enormemente. Por encima de todos ellos hay que situar al que puede ser la más grande figura que ha dado Sevilla: Diego Rodríguez de Silva y Velázquez. Uno de los mayores genios de la Historia del Arte.
Velázquez se formó en Sevilla. Aquí se examinó, se casó, tuvo a sus hijas y pintó algunas de sus más representativas obras antes de instalarse en Madrid. La influencia sevillana, su formación en la ciudad, es decisiva en su trayectoria... y la mayoría de las personas que nos visitan no saben si quiera que nació aquí. Velázquez será pronto uno de los grandes atractivos de Sevilla gracias a la iniciativa de Enrique Bocanegra y Enrique Piñeyro, que rescataron su casa natal para convertirla en un museo sobre su vida y su obra, salvándola de la especulación y de que se convirtiera en un nuevo hotel o apartamentos.
Con la gran transformación que experimenta el aeropuerto tenemos la oportunidad también de abrazar la ciudad a quien es uno de sus hijos más ilustres. Genio del Arte universal. Bienvenidos al Aeropuerto de Sevilla-Diego Velázquez.
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