60 años de ‘Goldfinger’

10 de agosto 2024 - 03:08

Se cumplen este verano 60 años del estreno de Goldfinger. Hubo pases para los exhibidores y la prensa a principios de septiembre y se presentó en una Royal Premiere en el Odeón Leicester Square el 17 de septiembre con una puesta en escena espectacular que incluía modelos vestidas con ceñidos trajes dorados y, por supuesto, el Aston Martin DB 85 con todos sus artilugios.

Tras los éxitos de Dr. No y Desde Rusia con amor la pasión de los más de cinco mil Bond fans desbordó el cerco de la Policía, rompiéndose una de las puertas de vidrio del vestíbulo y obligando a retrasar la proyección. Connery no asistió porque estaba rodando La colina en España. Honor Blackman tuvo que ser rescatada de los fans por la policía. En dos semanas, solo en el Reino Unido, recuperó los tres millones que había costado. Cuando se estrenó en el DeMille Theatre de Nueva York las interminables colas obligaron a que la sala permaneciera abierta las 24 horas del día con proyecciones ininterrumpidas. Tras su distribución mundial los tres millones de presupuesto se habían convertido en 124.900.000 millones.

Fue la película más taquillera de la historia en su estreno, generó un mercadeo de juguetes –el Aston Martin en miniatura fue el más regalado en las navidades del 64–, álbumes, juegos de mesa, posters, rompecabezas y discos con la banda sonora: un single con la canción interpretada por Shirley Bassey, que estuvo meses liderando las listas de éxitos, y un LP que también encabezó los más vendidos, convirtiendo a John Barry, entonces con 29 años, en uno de los reyes de la banda sonora.

Porque además de una obra maestra del cine de acción, Goldfinger supuso la introducción de un nuevo estilo compositivo pop-jazzístico en el cine, con un agresivo predominio de los metales, que definió hasta hoy –pese a que dejara la serie en 1987– el universo musical Bond. Y el descubrimiento internacional de uno de los más grandes músicos de la historia del cine, el jovencísimo John Barry, de cierto éxito con su grupo beat instrumental The John Barry Seven –navegando en la estela de los éxitos de The Shadows– pero casi desconocido como compositor cinematográfico, con solo dos películas –Lahabitación con forma de L y Zulú– de cierta importancia, pero cuya música pasó inadvertida. De la historia de su difícil ascenso en el universo Bond hasta coronarse con Goldfinger nos ocuparemos mañana.

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