El vértigo barruntado se quedó corto

30 de enero 2025 - 03:07

Todos los presagios se quedaron cortos y la noche de Champions los rompió todos. Fue una noche para la historia y también para la nostalgia en el recuerdo de cuando los domingos se paralizaba España al rebufo del morse de los carruseles. Todos los partidos a la misma hora para una velada en la que se unían la inquietud por el vértigo que el fútbol se saca de la manga en ocasiones como ésta de la hora de la verdad.

Una noche que no deparó grandes sorpresas, pero sí la zozobra que, por ejemplo, mostraba el gesto de Guardiola viendo cómo el Brujas se adelantaba en el marcador. Y curiosa las fluctuaciones en la cabeza con Liverpool y Barça simultaneando el liderato a la vez que Gio Simeone ponía el mingo en Salzburgo goleando y asistiendo al más puro estilo de su padre cuando estaba en activo. Y la verdad es que fue el Atlético el que antes hizo los deberes en la noche definitiva.

Gracias al canal de Multichampions, la catarata de goles se mostraba imparable y nos tenía al día de cuanto se libraba en esta jornada última. Por su parte, el Real Madrid vio cómo no se daba el milagro que necesitaba a pesar de su triunfo en Brest. Y ahora, la posibilidad de que en octavos le toque un peso muy pesado, con el City en puertas y el Atlético en lista de espera para cuartos. Una locura el invento que UEFA se sacó de la manga, con el interés latente hasta el fin.

Y no hay más remedio que acordarse de cuantos se mostraron objetores de este nuevo modelo de competición. Con una feroz competitividad hasta el final y con la sombra del biscotto que sobrevolaba Stuttgart para que la tropa de Luis Enrique la tirara de un papirotazo mediante un 1-4 con Dembelé como figura estelar. Hubo interés hasta el final y eso se debe a que el nuevo modelo dificulta la falta de competitividad y de interés, sobre todo del interés en una noche vertiginosa.

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