La ventana
Luis Carlos Peris
Abundando en el cambio horario
Respira chaval, respira. Ya pasó. ¿Ves que no era para tanto? Casi 12.000 estudiantes estarán a estas horas mucho más relajados en Andalucía. Pasaron los tres días de exámenes de acceso a la universidad y ahora andarán echando cuentas, esperando notas de corte o pensando que habrá que volver a intentarlo.
Pasaron los exámenes incluso en este tercer y último día en el que algunos se pudieron encomendar a la Custodia del Corpus que desfiló por Sevilla y Granada. A estos, latinajo al canto: Quod natura non dat, Salmantica non præstat.
La Evau, Ebau, PAU o como demonios quieran llamarle ahora, la Selectividad de toda la vida es un muro, cada vez más poroso, al que se enfrentan esos jóvenes que quieren acceder a la universidad. Un muro que ellos ven como el de Juego de Tronos y que con el paso del tiempo se ve más como el que se construye de niños en la arena de la playa. Pero hay que pasarlo.
A todo esto, siempre me ha parecido tremendamente injusto que cada comunidad haga de este examen su reino de taifas con las fechas, la dificultad o las asignaturas a examinar. Piensan ahora que ha terminado, casi como cada año, en hacer una prueba única para todos los estudiantes en las mismas fechas. Para 2024 dicen, habrá que verlo.
Sea como fuere, se acabaron. Pueden relajarse ustedes que se lo han ganado y los que no se lo hayan ganado también pueden porque ya no tiene remedio, por ahora.
Relájense y disfruten del verano de sus vidas. No habrá otro como este. A mis 50 (mal contados) años voy a hacer de abuelo cebolleta y recomendarles que lo disfruten con o sin mesura. La mesura no es para ustedes, es para los que les rodeamos y les miraremos con cara de desaprobación y cierta envidia.
Y una cosa más. Elijan sabiamente a lo que se quieren dedicar. Siempre recordaré cuando de camino a la universidad con la preinscripción para Periodismo en el sobre, mi tío, gran periodista, hacía en el viaje en coche un último esfuerzo por sacarme de mi error: "Aún estás a tiempo. No lo hagas. Dentro de 30 años, este chico -mi amigo José María que nos acompañaba para lo mismo en el viaje- será don José María, el arquitecto y tú serás el puto Barquilla, el periodista". No le faltaba razón.
En cualquier caso, enhorabuena a todos los que lo hayan conseguido, incluso a los que hayan elegido estudiar periodismo.
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