La ventana
Luis Carlos Peris
De cómo la cuesta nos pasa factura
Nunca es buen momento para tener cita con el dentista y en esta ocasión no parece que mejore la ocasión de abrir la boca en su sillón, pero... Fútbol es fútbol y el maracanazo siempre subyace, conque tampoco es cosa de tirar la toalla antes de tiempo, pero... En este curso parece que al Betis le crecen los enanos y, para no perder la costumbre, acude a la cita sin Lo Celso, uno de sus principales, o el principal con permiso de Isco.
Acude el Betis a la Montaña mágica con las heridas recibidas el sábado en Valladolid. La imagen del equipo cayó en un franco deterioro durante más de una hora entretenido en jugar cortita y al pie a ritmo de vieja gloria. Luego cuando quiso le faltó tiempo y allí que se le fueron tres puntos de esos que nunca vuelven. Puntos y puntos que se van por el sumidero liguero y mucho tendrán que cambiar las cosas para que el Betis de Manuel Pellegrini repita posición continental.
Y así, sin Lo Celso, la noche en Montjuïc se presenta con pasillo de honor al campeón de la Supercopa más el temor fundado de que no sea esa la única alfombra roja. Da miedo recordar el barrido que el Barça hizo con el Madrid en la lejana Yeda. Una superioridad tan espectacular mete mucho miedo al que va a enfrentarse sólo setentaidós horas después de un suceso que ha convulsionado el universo futbolístico tanto que ya no se habla del caso Dani Olmo.
Una monumental golfada que ha sido laminada de la memoria común gracias a Lamine, Raphinha, Pedri y la compaña, por lo que la cita copera de esta noche deja al Betis muy alejado del éxito en la hora de los pronósticos. Pero tampoco es cosa de ir a Montjuïc enarbolando la bandera blanca de una rendición anticipada. Tampoco es eso y la verdad es que la exhibición blaugrana del domingo no da margen a un pronóstico optimista, pero fútbol es fútbol. No va más.
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