Las Tres Mil, un Bronx a la sevillana

Estamos ante una herida por la que Sevilla sangra dolorosa y abundantemente por la permisividad de la autoridad competente. La autoridad competente en el asunto éste de las Tres Mil está en el Ministerio del Interior y para que éste reaccione ha tenido que entrar en escena el Kalashnikov, ese rifle semiautomático que los soviéticos usaban para hacer entrar en razón al disidente. Rifle que siguen fabricando y usando los descendientes de aquella URSS y que, mire usted por donde, ya es utilizado por lo mejor de ese gueto que ya es las Tres Mil. Estado de sitio antier en ese barrio porque, al fin, Interior mandó sus fuerzas a poner orden. Ya incluso ha igualado los registros violentos del Bronx y hora es de que el inefable Marlaska ponga allí un retén de guardia que no se aparte un solo día de un conflicto casi bélico.