Qué tranquilidad la de Álvaro Valles

Alguien está haciendo con el Betis lo mismo que el Betis está haciendo con Las Palmas en el caso de que Rui Silva deje libre su plaza en beneficio de Álvaro Valles. De otra forma no se comprende la fuerte posición de Valles jugándose un año en el ostracismo con las consecuencias que acarrea un año sabático en esa profesión. Alguna intrahistoria habrá que no ha sido desvelada y que oculta la verdadera situación del caso.

Extraña la tranquilidad, no parece que aparente, de Valles cuando el tiempo cabalga rumbo a la fecha de clausura del mercado, pero es que anteriormente hay que decidir la lista para la Conference y en la memoria está muy fresco el problema que creó el traspaso de Luiz Felipe. Estaba el defensa italo-brasileño entre los componentes que iban a afrontar la Liga Europa, pero se fue al calor del petrodólar para un desavío que el Betis pagó a un precio carísimo.

El caso Luiz Felipe flota en el ambiente con tanto nombre como circula con posible destino Heliópolis. Este tiempo de mercadeo deja en el aire demasiadas incógnitas que en el Betis se abren a varios frentes. Una es la ya citada del portero y que resulta difícil de entender, pero que juegue Aitor Ruibal donde jugó el jueves enriquece el capítulo de dudas para que surja una de calibre kafkiano y es cómo se producen la defenestración de Borja o el ir y volver de Juanmi.

Igualmente suena extraña la devoción de Pellegrini por Carvalho, un futbolista que actualmente no tiene el suficiente ritmo que acompañe a su calidad. Son dudas que revolotean por la vertical del universo Betis y que preocupan cuando el principio de todo ya ocurrió. Ante un buen Girona estuvo el equipo a la altura del rival a veces y muy por encima en otras. Pero la tardanza en cerrar la plantilla preocupa y apenas se comprende viendo lo tranquilo que está Álvaro Valles.