Tras el trámite, la cruda realidad

Partido asequible en apariencia, pero complicado como cuantos componen LaLiga, sobre todo cuando toca el papel de visitante. Mendizorroza como prueba inmediata tras haber salvado con nota el debut continental del jueves. Y así, sin apenas tiempo para el recuento de efectivos, acude el Betis en este arranque del quinto curso de la mano de Manuel Pellegrini, un hombre que se ha colocado en lo mejor del devocionario bético.

Contando las horas en la espera de Vitor Roque, vivaquea el Betis en su habitual morada vitoriana a un naranjazo de Ajuria Enea. Pero si inquieta la espera al nuevo miembro de la familia, la de Isco se espera como agua de mayo o como maná en cualquier época del año. La ausencia del malagueño se alarga en demasía y ahí anda el equipo a la búsqueda de su esencia, la propia y la que destila el malagueño para aglutinar cuanto Pellegrini cuece para el guiso verdiblanco.

La memoria más cercana habla de unos números más beneficiosos para los vascos que para los béticos. Sendos empates y la eliminación copera son recuerdos negativos y con esa rémora en la valija se llevó Pellegrini a su tropa para ir esta tarde al asalto del rodeo babazorro. Se prevé tarde típicamente norteña y a esa cita acude el Betis con la intención de no perder comba tras haber cedido ante el Girona en el debut unas tablas que se achacaron a la falta de gol.

Y en ese panorama y esperando a que Vitor Roque sea la panacea que arregle el asunto, Pellegrini seguirá ensayando y haciendo rotaciones en busca de soluciones. ¿Favorito para esta cita de hoy? En condiciones normales apostaríamos por el Betis, pero permanece en la memoria el mal proceder del pasado curso, cuando el autogol de Bellerín en Liga o el de Benavídez en Copa. O sea que toca abordar la empresa con el talante de Kosice aun tratándose de asuntos muy distintos.