La ventana
Luis Carlos Peris
Bienvenida la lluvia... con moderación
Delenda est Betis podríamos decir parafraseando a Catón en su deseo de destruir a Cartago. Y es que parece que estamos ante una destrucción no programada del Betis, por siempre y para siempre Real Betis Balompié. Y viendo lo que vemos demos un paso atrás en el tiempo para comprobar cómo el muy criticado Quique Setién fue formando un equipo en el que cuando se fue Fabián llegó Canales, nada más y nada menos.
Y ahí se daba un salto de calidad que fue todo lo contrario de lo que en estos últimos cursos se ha ido haciendo. En estos años se fue deteriorando el equipo a base de vender carne fresca por otra en claro estado de putrefacción, léase esto como de haber dado en fútbol todo lo que llevaban dentro. Así, agarrado al estricto cumplimiento de las normas, vamos de Álex Moreno a Ricardo Rodríguez, como se fue a peor yendo de Borja o Willian José hasta el periclitado Bakambu.
En el afán de contar con las repetidas plusvalías se ha jugado en contra, pues vender jóvenes para traer viejas glorias no sólo no produce esas pretendidas ganancias, sino que el plantel va ganando en años y perdiendo en posibilidades de éxito. Y en este estado de cosas culpo a Manuel Pellegrini de no haber impedido a toda costa algunas de las marchas que han ido empeorando el nivel del plantel. Y es éste un caso que puede emborronar su extraordinaria trayectoria bética.
Ha sido todo un descenso de calidad que tiene enfurecida a una afición que se había acostumbrado al jamón y que no acepta la mortadela. Se creía que la ampliación de capital arreglaría el problema de las cuentas, pero se ha seguido vendiendo sin cubrir con garantía los huecos. Ya ha doblado su ecuador enero y en esta cuesta se han dejado puntos ignominiosos que nunca volverán. Creo que se está a tiempo de corregir y de volcar la debida atención al primer equipo.
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