La tarea de hermosear el nomenclátor

30 de enero 2025 - 03:07

Dentro de esa asignatura pendiente que es la del nomenclátor callejero, es una raya en el agua la labor de recuperación de nombres antiguos. Esto palia en parte la cantidad de calles anónimas por la sencilla razón de que hubo una nueva edificación que se llevó por delante el rótulo para que nunca fuese repuesto. Y ayer surtió efecto la iniciativa del letrado Moeckel de rotular la calle Federico Sánchez Bedoya con el acompañamiento de su nombre antiguo. Un nombre que por razón de cercanía era resaltado muy a menudo por Antonio Burgos. La razón es que dicha calle, de nombre anterior Bayona, fue donde el recordado periodista vio la luz primera. Y ahora, desde ayer, figura bajo su nombre actual el de Bayona luciendo dentro de un precioso azulejo de cerámica netamente trianera. Que cunda el ejemplo.

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