Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La lotería del Niño y el impuesto a la ilusión
Jornada de sobresaltos y Cabalgata anticipada en las calles de Sevilla. Sobresaltos coperos para el fútbol según Sevilla sin solución de continuidad, uno tras otro para que cuando los Magos anden por Triana ya sepamos cuál es nuestro futuro en la siempre anhelada Copa del Rey. Todo arranca en Huesca y en cuyo Alcoraz sufrió el Betis la derrota que acarrearía el mayor aluvión de críticas a la labor del siempre discutido Enrique Setién.
Primero el Betis a la hora del postre seguido por un Sevilla que comparecerá en Almería a la hora de la merienda. Huesca con su General Invierno en perfecto estado de revista y Almería enfebrecida por la trayectoria de su equipo en el anhelo de retornar a Primera División. Dos partidos a resolver, pero sin que nos quepa la menor duda de estar ante dos piedras de considerables dimensiones en el camino. No son, precisamente, dos cualquieras en esa tarea de sobrevivir, ergo...
Dicho lo cual y en vista de que habrá una semana de espacio hasta el próximo compromiso, no parece que tanto Pellegrini como Pimienta vayan a optar por las rotaciones. Es una tarde en la que sólo se acepta el do de pecho, no parece que el chamán andino tenga tentaciones rotatorias y en cuanto al catalán, lo cierto es que tiene lo que tiene y hasta llega con dificultades para formar un once que no caiga en el pecado de alguna alineación indebida de funestas consecuencias.
Antevíspera de Reyes Magos y tanto el frío oscense como el alto estado de ánimo almeriense se presentan como obstáculos añadidos a lo que de por sí nada tiene de peritas en dulce. Huesca y Almería como piedras en un camino con aspecto de ruleta rusa. De ahí la inquietud que siempre aflora cuando se afronta una tarde como ésta de Cabalgata anticipada y una sola bala en el tambor. Copa del Rey a partido único como inquietante duermevela en el deseo de que haya futuro.
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