Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Broncano
Valencia en el corazón de todo un país que ve consternado cómo la clase política tiene un comportamiento que no es de recibo. Se sigue arañando el fango en busca de los desaparecidos con la hermosa realidad de cómo el voluntarismo le gana por goleada a lo institucional. No es de extrañar esa oleada de solidaridad con gente que se atraviesa la piel de toro para estar en Valencia junto a ese siniestro Barranco del Poyo y ve un paisaje aterrador que bien podría recibir el título de Cañas y barro. La novela del valenciano Vicente Blasco Ibáñez pero con muertos, una tremenda cantidad de muertos, y la Albufera escudriñada en busca de los que siguen desaparecidos. Y mientras tanto, en la Moncloa se trama la aprobación de los presupuestos chantajeando a la situación. Qué diferencia de comportamiento, Dios mío.
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