Visto y Oído
SoniaSonia
En el punto de inflexión en que se encuentra el entorno monetario y financiero tras dos años de fuertes subidas de tipos y esperando las bajadas que llegarán en unos meses, parece oportuno analizar el impacto y efectos arrastre de esos aumentos del precio oficial del dinero en el sector empresarial. No es posible generalizar la situación de las empresas españolas y su acceso a fuentes de financiación. La dimensión y otros factores como el componente tecnológico o de internacionalización determinan el acceso al crédito de entidades y mercados financieros. En España, el sistema financiero gira en torno a los bancos y son clave para financiar el emprendimiento e inversiones empresariales. Por ello, lo que pasa con el crédito bancario explica gran parte de la evolución del crédito a las empresas.
Son numerosos los estudios e informes sobre el impacto de la subida de tipos –y del Euríbor– en las hipotecas. Es crucial para el acceso a vivienda de las familias, aunque también se emplea por empresas y otras personas jurídicas. La notable subida del Euríbor de los dos últimos años ha encarecido considerablemente las hipotecas a tipo variable. También las nuevas hipotecas, lo que puede explicar la caída en el número total de estos préstamos con garantía real en el último año. El mercado hipotecario se ha enfriado en los dos últimos años. No obstante, las recientes disminuciones en el Euríbor –que se deben intensificar cuando el BCE comience a disminuir tipos, probablemente en primavera o verano– irán generando alivio para los hipotecados, especialmente en los tipos variables.
No es tan intenso el foco informativo sobre la situación financiera de las empresas. Hay estudios e información estadística sobre la mismas, pero se habla menos en los medios. Parece oportuno hacerlo periódicamente. Con la información estadística de la Central de Balances y los estudios del Banco de España se puede conocer bien el impacto de las subidas de tipos sobre las empresas, en muchos ámbitos, desde su coste de financiación hasta sus estrategias de inversión y expansión. El incremento de tipos de interés supuso un desafío para el sector empresarial, en particular, para las empresas con niveles de deuda elevados y con crecientes dificultades para invertir o expandirse. El coste de servir ese crédito creció significativamente, lo que presionó los balances y redujo sus márgenes.
La Encuesta a las empresas españolas sobre la evolución de su actividad del Banco de España ofrece algunas claves más en su edición del cuarto trimestre de 2023. El actual contexto de endurecimiento de las condiciones financieras se está traduciendo en un incremento del porcentaje de empresas que declaran que el acceso a las fuentes externas de la financiación está teniendo efectos negativos sobre su actividad. Afecta negativamente a un 22%, 7 puntos más que en el trimestre anterior. Se incluyó por ver primera una pregunta sobre el aumento de los gastos por intereses de la deuda. Un 39,3% de las empresas declararon un impacto negativo de la subida de sus costes financieros. De forma más intensa en la construcción, la agricultura, el comercio y las actividades de ocio y menor en las ramas de información y comunicación y de administración. La subida de tipos también llevó a una reducción en la inversión y en la creación de empleo. Las empresas priorizaron la estabilidad financiera sobre la expansión, lo que tuvo implicaciones para el mercado de trabajo, donde la creación de empleo se desaceleró.
La velocidad e intensidad con la que se ha producido esta subida de costes financieros ha sido dispar por plazos e instrumentos. El coste de emisión de bonos aumentó antes que el de los préstamos y de manera más marcada, en línea con lo que el mercado descontaba desde finales. En cambio, desde otoño de 2022, el coste de emisión de deuda empresarial a largo plazo ha dejado de crecer, mientras que el de los bonos a corto ha continuado aumentando a lo largo de 2023, hasta superar al de los bonos a largo plazo. Por su lado, los tipos de interés de los préstamos bancarios se han ido elevando de forma más gradual en todos los plazos. Paradójicamente, el coste de los créditos de más de un millón de euros, generalmente otorgados a las grandes empresas, ha aumentado más que el de los de menor importe. El incremento del coste medio de la deuda financiera frenó, hasta otoño de 2023, el avance de los resultados después de intereses. Sin embargo, en las últimas semanas del año pasado, el mercado comenzó a descontar que el Banco Central Europeo podría bajar tipos en el futuro cercano, algo que recogió el Euríbor inmediatamente. Esta expectativa ha tenido un efecto positivo en el mercado, particularmente para las empresas más grandes, como las del IBEX. El coste de la deuda para ellas comenzó a bajar. Es un alivio financiero y un impulso para el crecimiento en 2024.
No todo han sido efectos negativos. El cambio en el entorno financiero también ha presentado oportunidades. Las empresas con buenos flujos de caja han sacado provecho de tipos más elevados para obtener rendimientos más atractivos en sus inversiones de liquidez. La necesidad de eficiencia y digitalización ha impulsado a muchas empresas a invertir en tecnología. Muchas empresas han ajustado sus modelos de negocio, reducido costes, mejorado la eficiencia y buscado nuevas fuentes de ingresos. La diversificación de productos y servicios, así como la expansión en nuevos mercados, han sido estrategias comunes para mitigar los riesgos del aumento de tipos de interés. En definitiva, ha habido hasta ahora menos traumas que en anteriores procesos similares –como muestra, por ejemplo la “buena” evolución de la morosidad– , porque la empresa española estaba más preparada que en la anterior crisis. La normalización de tipos –abandonando los contra natura que eran los negativos o cercanos a cero– ha devuelto incentivos al sistema económico y empresarial para aumentar su eficiencia y competitividad.
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