El Sevilla vuelve a donde solía

Contundente golpe en la mesa de la Liga en Reale de un Sevilla que a partir de ahí puede aspirar a unos números más acordes con lo que ha sido su vida reciente. Se acabó la siniestra duermevela de velar por la supervivencia y mirada al frente para un futuro más habitual. Y es que el equipo sevillista se comportó en Donostia con el sentido de la competitividad en perfecto estado de revista ante un enemigo por debajo de lo previsto.

Muy compacto en defensa, con Kike Salas por encima del resto y un Nyland que ya se hizo perdonar aquel error ante el Mallorca, la casualidad provocó que no hubiese mal que por bien no venga. La imprevista lesión de Vargas provocó que su sustituto lograse el gol del triunfo con una rosca similar a la de Lukebakio en Vallecas, pero al revés. Si el belga lo consiguió desde el perfil derecho, Ejuke lo hizo desde el contrario y en ambas ocasiones con roscas a pierna cambiada.

Y ante una Real Sociedad que Imanol compuso pensando en Old Trafford, la solvencia del Sevilla se bastó para sacar adelante un triunfo que le permite pensar en cotas continentales. O sea, en lo que siempre estuvo pensando desde aquel glorioso mayo de 2006 en Eindhoven. Y a partir de aquí, y con la Liga como único motivo, el Sevilla se sitúa en el ecuador de la tabla y sólo a un punto de retornar a su muy querido y añorado fútbol del Viejo Continente.

Y si aprovechó la oportunidad que Imanol le ofreció con su alineación, el domingo llega a Nervión un Athletic Club que a ver quién sabe cuántas plumas se deja ante la Roma de Claudio Ranieri y Dybala. Se le ha hecho de día al Sevilla tras una noche que duraba demasiado y esta amanecida ha de aprovecharla para volver a donde solía no hace tanto. Albricias, por tanto, la Liga está preciosa, todos en un pañuelo y que a quien Dios se la dé, que San Pedro se la bendiga. Amén.