Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Voces
Estamos en el corazón de unos días ciertamente señalados para cuantos profesan la fe baratillera. He ahí a un puñado de amigos que viven bajo esa creencia y que llevan años de vísperas para esta semana de gloria que arrancó el sábado cuando se llevó a esa hermosa Piedad que componen Madre e Hijo a la Catedral. No fue, precisamente, por el camino más corto y sin hablar con nadie, sino dando un rodeo en el que no podía faltar una estación en Tomás de Ibarra bajo los acordes de esas Lágrimas de San Pedro que ya forman parte de las tradiciones hispalenses. Y desde ese sábado de Gloria en el Arenal, la estancia rica en cultos en la Catedral hasta esa otra sabatina en que la Virgen de la Piedad estrenará corona. Son unos días verdaderamente señalaítos con remate en un paseo reivindicando su vocación trianera.
También te puede interesar