Joaquín Aurioles

La riqueza de los españoles

Tribuna Económica

10 de febrero 2022 - 09:12

Según el Banco de España, la riqueza financiera de los hogares españoles al finalizar el tercer trimestre de 2021 era de 1,7 billones de euros, que es un 8% más que un año antes. Esta cifra es la diferencia entre los activos financieros (2,46 billones) y sus pasivos (765.000 millones) y nos indica que, si bien ambos han aumentado a lo largo del último año, los primeros lo han hecho en mayor medida. Más del 40% de los activos que mantienen las familias está constituido por el dinero en efectivo y el depositado en bancos, que habitualmente experimenta variaciones positivas todos los años. La otra gran partida, en torno al 25%, es la de participaciones en el capital de las empresas, cuyo comportamiento es más volátil y con tendencia a reducirse en los últimos cinco años, salvo excepciones, como la del tercer trimestre de 2021. Las otras dos formas preferidas de mantenimiento de la riqueza son los fondos de inversión y de pensiones. Ambos en torno al 15% del total y con tendencia ascendente, especialmente en el caso de los de inversión.

En el comportamiento financiero de las familias españolas se mantiene el rumbo hacia la consolidación iniciado tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera. El moderado aumento de los pasivos financieros durante el tercer trimestre de 2021 rompe la tendencia de los últimos años a la reducción del volumen de préstamos, que suponemos relacionado con la relajación y aplazamiento de compromisos financieros durante la pandemia. Por otro lado, la preferencia por los depósitos y fondos de inversión también sugiere que la prudencia financiera se impone sobre la invitación al riesgo que ofrecen los bajos tipos de interés y la reducida rentabilidad de los activos de renta fija.

Pero la riqueza financiera del país también tiene otras dimensiones que se reflejan en los balances de las empresas, los bancos y las administraciones públicas. En total, 11,5 billones de euros en activos financieros y 12,4 en pasivos, cuyo saldo indica que entre todos debemos 910.638 millones al resto del mundo. El de los bancos es, como el de los hogares, positivo en 46.000 millones de euros, pero las empresas (-1,44 billones) y las administraciones públicas (-1,21 billones) parecen fuertemente endeudadas. La diferencia entre ambas es, no obstante, bastante significativa.

En el caso de las empresas (sociedades no financieras), el 60% de los 4,2 billones de euros a los que ascienden sus pasivos está constituido por acciones y otras formas de participación en sus capitales, en su mayoría en poder de las familias, de los bancos y de otras empresas, que no han de ser devueltos. En el de las administraciones públicas, el 70% de sus 2 billones de pasivos es deuda pública y el 23% préstamos y todos ellos han de ser devueltos o renovados periódicamente. Para este año el Tesoro prevé emitir deuda por valor de 237.498 millones, de los que la mayor parte se dedicará a la renovación de deuda vencida y unos 75.000 millones a deuda nueva o endeudamiento neto, similar al de 2021. La ventaja es que los mercados parecen dispuestos a financiarlo a bajo coste, pero nunca se sabe durante cuánto tiempo y lo que vendría después.

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