Reparación nocturna de la chapuza de Zaragoza

Dos noches seguidas de trabajo para reparar una chapuza palmaria. El Ayuntamiento ha reaccionado con rapidez y ha ordenado que se efectúen todas las enmiendas necesarias para que el firme de adoquines de la calle Zaragoza esté bien fijado y el material de relleno no desaparezca con la lluvia, hecho insólito que revela un desafortunado proceso de ejecución. Los desperfectos de una obra inaugurada a bombo y platillo son más que evidentes. El proyecto cuesta más de dos millones de euros y hay unanimidad en que no es de recibo el pobre resultado que se ha dado a una obra tan importante, localizada en pleno corazón de la ciudad y que cumple con el propósito estético de recuperar el siempre recomendable adoquín de Gerena, pero la ejecución ha sido un estrépito.

El tramo entre San Pablo y Doña Guiomar reabrió el 29 de noviembre tras siete meses de obra para cumplir con el objetivo descrito así por el propio Ayuntamiento en un comunicado oficial: “Con esta reforma integral de la calle Zaragoza, Sevilla sigue avanzando hacia una ciudad más cuidada, más sostenible, más respetuosa con el medio ambiente y con una estética que aúne tres elementos fundamentales: tradición, modernidad y funcionalidad. Por un lado, se ha recuperado la imagen tradicional de esta vía con el adoquín de Gerena en la calzada. Seguimos con el objetivo de conseguir una estética ordenada en nuestro plan estratégico de recuperación del centro de la ciudad”. El plazo de ejecución, el presupuesto y la ubicación estratégica de la calle exigen un resultado perfecto, de ahí la celeridad en afrontar el arreglo una vez que trascendió la chapuza el pasado lunes.