Recortar el calendario es recortar soldadas

Parece que esta vez será en serio y que el fútbol anda dispuesto a decir hasta aquí hemos llegado. El demoníaco calendario está siendo acompañado de una plaga de lesiones que ha hecho saltar la alarma para que los verdaderos actores del espectáculo digan que ya está bien. Y es que la codicia de los que manejan la barca parece inagotable y cada día que pasa inventan algo con lo que hacer bastante más sostenible el negocio.

Se está estirando tanto el chicle que lo natural es que se rompa con lo que todos perderían, pero sobre esta cuestión hay que hacer una salvedad. Es la de que este calendario tan voluminoso es lo que permite que haya soldadas tan indecentes como las que ahora se destina a los profesionales. Y no me refiero sólo a Mbappé y a Messi o Cristiano, sino a una clase media que está poniéndose las botas y eso sin recordar lo que facturan profesionales sin los que el fútbol podría vivir.

Perfectamente prescindibles y con unos sueldos injustificables en unas nóminas generosamente colmadas de cargos sin los que el balón correría sin ningún tipo de problemas. Y si se entra en gastos exógenos no podemos más que recordar lo que se llevan los Jorge Mendes de turno, que son muchos y variopintos desde que la futura estrella aún anda en los escalafones inferiores. Es mucha la fuga de dinero que padece el fútbol y el apoderamiento del futbolista es una gran sangría.

Ahora ya han alzado la voz muchos profesionales como el mesurado y estratosféricamente pagado Carlo Ancelotti contra un calendario tan recargado. Las lesiones proliferan y está en lo cierto el gran técnico italiano. Demasiadas cuerdas para el violín, pero posiblemente la patronal salga al paso recordándole a esos objetores que si el calendario está tan cargado es porque de algún sitio ha de salir el dineral que cobran futbolistas, técnicos y profesionales prescindibles.