
La ventana
Luis Carlos Peris
Recordando a la hormiga y a la cigarra
Inmersos en el régimen de lluvias más largo y copioso que se recuerda, grima da ver la cantidad de agua que se va al mar. Todo mientras desde la autoridad más o menos competente se advierte de que la consideración de sequía continúa vigente. Los arroyos bajan tremendamente cargados, las correntías son caudalosos ríos y se advierte de la conveniencia de seguir administrando ese oro líquido. Y llegados a este punto uno se piensa que por qué ese plan hidrológico tan parado mientras Minilla, Gergal y Melonares siguen desembalsando rumbo a la mar océana. La de veces que le hemos visto las orejas al lobo de la sequía y seguimos sin sacar las debidas enseñanzas. Vivimos de los embalses que mayormente se hicieron durante la ominosa dictadura en una torpe imitación del cuento de la hormiga y la cigarra.
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