¿Fin a la racha triunfal?

Viendo a este Barça que da miedo bajo la batuta de Hansi Flick y las diabluras de Lamine, se nos antoja que lo que se dio en llamar visita al dentista se ha convertido en algo mucho peor. Y a esa consulta acude el Betis piafante de las seis victorias consecutivas, Montjuïc a las nueve de la noche es la cita con esa máquina de hacer fútbol y goles que atiende por Fútbol Club Barcelona para lo que alguien guste mandar.

La exhibición del Barça en el primer tiempo del pasado miércoles fue para tocarse la ropa. Juegan a un ritmo sostenido en el que la presión se convierte en agobiante para que canalice Pedri y Lamine descontrole a quien quiera que pase por allí. Pasa luego que si no está Lewandowski aparece Ferrán Torres, que quizá sea el revulsivo más eficiente de la actualidad. ¿Punto débil? La cantidad de yerba que deja entre la defensa y el guardameta polaco Wojciech Szczesny.

Pero esos riesgos son poca cosa al lado de la enorme producción de fútbol que surge en tres cuartos. Así el panorama, el Betis acude sin su concertino para que esa labor caiga a cuenta de Giovanni Lo Celso, que sabe a qué sabe ganarle al Barça en su redil. Entonces, con Setién en el puente de mando, logró la tropa verdiblanca ligar póquer de goles. Y si hoy el miedo lo mete especialmente Lamine entonces esa intimidación corría a cargo de un tal Messi, Leo para los amigos.

¿Tendrá algo que oponer a todo esto el Betis? Hay que esperar a que ocurra, pero da un plus de confianza recordar cómo se las tuvo tiesas en Villamarín cuando el turno de primera vuelta. Se trata de una misión indudablemente complicada, pero lo imposible en fútbol no suele tener cabida y cuenta este Betis de Pellegrini con argumentos con los que dejar que la consulta del dentista sea lo menos cruenta posible. Han sido seis etapas victoriosas y a ver si se prolonga...