El profeta vaticinó

El profeta Isaías vaticinó: "Fue oprimido y se humilló y no abrió la boca, como cordero al degüello era llevado".

Quizás, esto esté pasando con tantos cristianos que están siendo perseguidos, maltratados y asesinados. Ellos guardan silencio, igual que algunos medios de comunicación y nosotros en las redes sociales. En Occidente parece que se valora a un asesinato dependiendo de la procedencia geográfica de la víctima. Pero no echemos la culpa solo a los medios de comunicación, nosotros también fallamos. Actualmente existe un anticatolicismo y tampoco hacemos nada para que no acaben con nuestros derechos religiosos y, no releguen nuestras manifestaciones de fe al ámbito de lo privado. Tenemos que ser fuertes y, como dice el Papa, debemos participar en la actividad política de nuestra sociedad para ser escuchados.

Estamos en un tiempo de conversión y de preparación, pero pensamos realmente en aspectos importantes del significado de la cuaresma, de esa profecía del Sacrificio Divino. O nos dejamos llevar por lo externo e intranscendental, el tópico que se nos atribuye a los cofrades. Efectivamente, son muchos los que se fijan solo en el número de velas de un altar, en un mero cambio de recorrido… Estas comidillas cofradieras florecen en las tertulias y mentideros que ya se han trasladado de la barra de los bares a las redes sociales, teniendo en estas últimas una proyección y difusión mucho más amplia y peligrosa. Hay otro sector cofradiero comprometido que no sólo se queda en el bello marco catequético de nuestros cultos y procesiones, sino que para ellos la cuaresma significa un encuentro personal con Dios.

Los cofrades tenemos que despertar de nuestro letargo ante tanto despropósito, no dejar pasar la ocasión de manifestar nuestra fe y silenciar a aquellos que actualmente están en contra de todo lo que huela a católico. Haciendo que se respeten nuestros derechos utilizando los cánones y las vías creadas para la participación social.