Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
Tribuna Económica
Estamos en una semana clave en la que los principales bancos centrales van a decidir la estrategia de achique de la gran inundación de liquidez y deuda publica globales. Los bancos centrales intentarán resolver el dilema de reducir la inflación, sin dañar la recuperación, ni hacer insostenible la inmensa deuda pública generada. Hoy se reúne la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el jueves el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra, y el viernes el Banco de Japón. Los bancos centrales de Rusia, Brasil y Polonia ya han iniciado la subida de tipos de interés. Los de economías desarrolladas cómo Noruega , Nueva Zelanda y Corea del Sur han subido el tipo de referencia el 0,25%. Más de 20 bancos centrales están iniciando el camino de retirada de liquidez. El principio del fin del dinero gratis ha comenzado.
Pero la gran retirada está llena de escollos. En Estados Unidos la inflación interanual ha alcanzado el 6,8%, la más alta de los últimos 40 años. En la Eurozona roza el 5% y en Alemania el 6% la más alta de las tres últimas décadas. Un abrupto endurecimiento de las condiciones financieras con subida de tipos de interés abortaría la recuperación. Más en un momento en el que la irrupción de la variante ómicron está provocando severas restricciones a la actividad económica. Hoy conoceremos la decisión de la Fed. Su presidente Jerome Powell ante la persistencia de la inflación, que consideraba transitoria, ha declarado que aumentará la velocidad de retirada de liquidez. Se espera que sea de -30.000 millones. Un plan cuya inyección alcanzó los 120.000 millones mensuales, La subida de tipos podría iniciarse en el mes de junio con un 0,25% y dos subidas más en 2022, en función de la evolución de la pandemia , la inflación y la recuperación. Hoy conoceremos la estrategia de retirada. La dañada credibilidad de la Fed está en juego.
El jueves se reúne el BCE, que sigue considerando que la inflación es transitoria. No es lo que piensan los empresarios según el Banco de España. El Banco Central Europeo se encuentra ante un peligroso dilema. La variante ómicron está afectando gravemente a la recuperación económica de la Eurozona. Un endurecimiento abrupto de las condiciones financieras abortaría la débil recuperación. El BCE iniciará gradualmente la reducción de las inyecciones de liquidez del programa de emergencia (PEPP) que finaliza en el mes de marzo. El programa de financiación a la banca (TLTRO) a un tipo de interés negativo del -1% si prolongará para preservar la solvencia y rentabilidad de la banca. No habrá fecha para la subida de tipos de interés, que podrá retrasarse hasta finales de 2023, si las expectativas de inflación no acaban enquistándose como consecuencia de la probable espiral precios-salarios que ya se está iniciando. El euro se está depreciando con respecto al dólar por la anticipada subida de tipos de interés de Estados Unidos con respecto a la Eurozona, lo cual genera una inflación importada, qué dificulta la estrategia del BCE. Ante la compleja solución del dilema y la escasa cooperación de los gobiernos europeos el BCE se siente solo y atrapado.
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