La ventana
Luis Carlos Peris
Realidad tras unos sueños infundados
En 2023, varios estudios evaluaron el impacto de la inteligencia artificial en la fuerza laboral concluyendo que permite a los trabajadores completar tareas más rápidamente y mejorar la calidad de su producción. En este 2024 la IA se ha consolidado como una tecnología disruptiva capaz de transformar industrias enteras. Desde la automatización de procesos hasta la creación de nuevas experiencias de usuario, la IA está redefiniendo cómo operan las empresas y cómo interactúan con sus clientes, transformando el panorama empresarial gracias a su capacidad para ofrecer nuevas formas de creatividad, eficiencia y personalización.
Nos enfrentamos a un entorno competitivo en el que nos surgen numerosas preguntas ¿Cómo está impactando en los diferentes sectores? ¿Cómo podemos prepararnos para abordar con éxito la implantación de soluciones de inteligencia artificial? ¿Estamos desarrollando una tecnología que dejará atrás al ser humano en múltiples aspectos? ¿Qué principios éticos deben guiar su desarrollo?
Desde una compañía tecnológica comprometida con la vanguardia como Izertis, reconocemos que la IA no solo representa una oportunidad sin precedentes, sino también una responsabilidad hacia nuestros clientes y la sociedad en general. Entendemos que la clave para aprovechar la IA radica en su integración estratégica y su capacidad para generar valor a largo plazo, por lo que nos esforzamos en diseñar soluciones personalizadas que maximicen el retorno de inversión. La IA está en constante evolución y mantenerse a la vanguardia requiere una inversión continua en investigación y desarrollo para explorar las nuevas fronteras que nos abre.
Observamos que el acercamiento al uso de la IA en nuestros clientes se produce desde diferentes vías. Los clientes con un mayor grado de madurez del dato y con una estrategia clara de cómo obtener el mayor valor de estos, cuentan con estructuras internas que les permiten integrar de un modo ágil distintas soluciones de IA en diferentes ámbitos de la compañía. En cambio, en aquellas empresas donde el grado de madurez es menor los primeros acercamientos se están produciendo en puntos de interacción con el usuario (chatbots o asistentes) o a través de la incorporación de componentes de inteligencia artificial en los aplicativos corporativos. Por ejemplo, una compañía que utiliza Salesforce como CRM está accediendo a la aportación de valor que el fabricante ha conseguido al incorporar de una forma natural componentes basados en IA e incluso IA Generativa. Y lo mismo ocurre con el uso de la suite de Microsoft o de Google.
El uso de soluciones como ChatGPT representa otra vía de aceleración dentro las compañías pues son los usuarios quienes promueven su uso. Las compañías deben ser conscientes de los riesgos que conlleva y, por tanto, establecer los medios para que puedan ser utilizadas sin peligro de romper políticas de privacidad y confidencialidad. De este modo la IA Generativa se ha convertido en un acelerador del despliegue de soluciones más tradicionales de IA porque posibilita la apertura de soluciones de implantación de la inteligencia artificial más clásicas (machine learning y analítica predictiva).
Los agentes conversacionales, impulsados por IA, están redefiniendo la interacción entre empresas y clientes. En Izertis hemos desarrollado una gama de soluciones basadas en ellos que mejoran la experiencia del usuario y optimizan la atención al cliente. Estos agentes, que utilizan tecnologías avanzadas de procesamiento de lenguaje natural (NLP), son capaces de comprender y responder a consultas de manera precisa y eficiente, así como de realizar tareas complejas que hasta el momento no eran posibles a un coste razonable.
La integración de estas soluciones de IA presenta, sin duda, innumerables oportunidades, pero también plantea desafíos éticos que no podemos ignorar, lo que hace indispensable un desarrollo y uso responsable. Las empresas tecnológicas debemos garantizar la transparencia en nuestros algoritmos, evitar sesgos y asegurar que nuestras soluciones respeten la privacidad y los derechos de los individuos. Al mismo tiempo hemos de promover la sostenibilidad en nuestras soluciones, buscando reducir el impacto ambiental de las tecnologías que desarrollamos.
Mirando hacia el futuro, la IA continuará evolucionando y expandiendo sus aplicaciones y estará profundamente integrada en varios aspectos de nuestras vidas. Desde la atención médica hasta la movilidad en vehículos autónomos. En este punto, viviremos un impulso aún mayor de la humanización de las interfaces entre personas y máquinas. Esto tendrá una implicación muy alta en nuestro modo de trabajar en cualquier actividad profesional. Lo haremos de forma más eficiente gracias a la ayuda que nos aportarán numerosas soluciones basadas en IA Generativa. Adicionalmente también existe un gran potencial en la explotación masiva de las capacidades de los datos almacenados por las compañías a los que hasta el momento no estábamos logrando sacar todo el partido. Debemos pensar que la evolución de la IA no se para con soluciones de IA Generativa como las actuales, sino que estamos cerca de un cambio más impactante aún, como es el despliegue de soluciones de IA General.
Hasta ahora estamos en un mundo en donde aplicamos IA específica dirigida a resolver problemas concretos. Pero ya se están obteniendo resultados significativos con soluciones de IA que pueden realizar con éxito cualquier tarea intelectual similar a la de los seres humanos. Incluso sería capaz de realizar juicios y razonar ante una situación de incertidumbre, a partir del aprendizaje y el entrenamiento previo hasta el punto de comunicarse en lenguaje natural.
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