Las plusvalías valen si es para mejorar

27 de diciembre 2024 - 03:06

Perentoria es la necesidad que el Betis tiene de un golpe de timón no sólo para crecer, sino para sobrevivir en el nivel que lleva viviendo de la mano de Manuel Pellegrini. El asunto de las obligadas plusvalías que exige LaLiga es delicado y hay que manejarlo con pericia para que el plantel no siga empeorando. La realidad es que aquel grupo que Pellegrini puso en la cresta de la ola empezó a bajar de nivel el día que Canales dijo adiós.

A partir de ahí, la espectacular irrupción de Isco hizo que se notase menos la ausencia del cántabro, pero entre aquella infausta lesión de Las Palmas y la marcha de Fekir, todo fue a peor. Los recambios no resultaban y hasta se empezó a echar de menos a Borja Iglesias y a Willian José, sobre todo en la comprobación de que sus sucesores no daban la talla que se les presuponía. Y resulta especialmente sangrante el nivel actual de un Bakambu sin nada que ver con el del Villarreal.

Y es que el paso del tiempo es causa inexorable para el declive, como lo es el estado actual de Ricardo Rodríguez, otro jugador que no está para sacarle al Betis las castañas del fuego. El caso de Perraud es distinto, pues nunca el francés estuvo a lo largo de su carrera al nivel del suizo. Y en este caso no tiene explicación que se dejara ir a Miranda cuando no iba a venir ninguno mejor que él. Y a todo esto, buscar plusvalías es un arma de doble o triple filo de posible efecto boomerang.

Vender a los mejores es la única salida para la obtención de las deseadas plusvalías, pero con tan mala maña a la hora de fichar sustitutos tenemos clara la incógnita de la ecuación. El plantel va perdiendo nivel de forma alarmante y ahora se abre la ventana invernal con el consabido temor en el aficionado de que se venda bueno y se compre malo, que es lo que se ha venido haciendo con la excepción de casos como el de Isco, Cardoso o Lo Celso. Mucho cuidado, pues.

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