La ventana
Luis Carlos Peris
La Navidad como pata de un trípode
Cardoso ha sido el penúltimo, pues del último quién sabe cuándo caerá. Es una plaga interminable esto de los internacionales que vuelven averiados al club que les paga. También Gudelj ha vuelto fastidiado a la jurisdicción de García Pimienta y la verdad es que estamos en un callejón que no muestra su salida. Todo esto es como predicar en el desierto, ya que estamos en una dinámica imparable de partidos y más partidos.
El cúmulo de lesionados se hace de un volumen extraordinario y no todos los clubes tienen la fuerza que muestra el Barça, que protege a sus futbolistas mediante el parte facultativo más o menos creíble. Se desconoce cuando escribo qué habrá pasado esta noche con Lo Celso. ¿Lo habrá alineado Scaloni en el choque con Perú? Por lo pronto, fue reservado en el partido último de la albiceleste y bien que lo agradecería Pellegrini en pleno quebradero de cabeza.
Los problemas han devastado el mediocampismo bético y sólo queda Altimira como especialista sano de dicha demarcación. Demasiados lesionados y alguno hasta de muy larga duración en el caso de William Carvalho. Es el portugués objeto de deseo ahora que no es utilizable, mucho más que cuando estaba en condiciones de jugar. Pero es que la línea ha quedado rota por las lesiones hasta el punto de que buscarle pareja a Altimira es tarea harto complicada.
Fornals, Lo Celso, Mateo... Posibles aspirantes a emparejarse con Altimira, con lo que podría darse el caso de vestir a un santo con la ropa de otro salvo que sea el canterano el elegido. Por cierto, recuerdo un Madrid-PSG con el argentino jugando de medio centro y nunca le vi un partido peor jugado. A ver cómo se las compone Pellegrini en este nuevo salto sin red que sería ir a Mestalla sin garantías. Qué plaga de lesiones generalizadas, pero no sólo en el Betis.
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