Salud sin fronteras
La IA y la humanización
Hoy estaba siendo un gran día para la presidenta de Isabel Díaz Ayuso. La justicia había exonerado a su hermano en el caso de la compra de mascarillas para la Comunidad de Madrid, finalizando en que la comisión que cobró Tomás Díaz Ayuso no fue ilegal y que la presidenta de Madrid "no intervino en el procedimiento".
De Pablo Casado y Teodoro García Egea que lo tenían todo atadísimo no hubo señales hoy. Caso cerrado, si es que no lo estaba ya desde la salida de ambos del Partido Popular por la crisis generada por esta denuncia.
Tan bueno fue el día en el Parlamento madrileño para Díaz Ayuso que ya puede volver a concentrarse en un nuevo frente: la pelea por la sede de la Agencia Espacial Española. Y esta pelea salpica a Andalucía y más concretamente a Sevilla.
Para aquellos que lo desconozcan, esta agencia, de nueva creación en España, único de los países 'grandes' de la Unión Europea que aún no la tiene, está buscando sede para su ubicación.
Se trata de una de las principales apuestas del Gobierno de España en la reforma de la Ley de la Ciencia, Tecnología e Innovación y aspiran a ser su sede Sevilla, León, Teruel, Robledo de Chavela en Madrid y a última hora se sumó el municipio de Tres Cantos también en Madrid.
Sin embargo, el presidente, Pedro Sánchez, anunció el miércoles que la sede se localizará fuera de Madrid. Lío a la vista con el Gobierno madrileño.
Le faltó tiempo a Díaz Ayuso para pedir al Gobierno que reconsidere la candidatura de Tres Cantos por albergar una importante concentración de empresas del sector aeroespacial. De la otra candidatura madrileña pareció olvidarse.
Y claro, al alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz le ha faltado tiempo para contestar a la presidenta madrileña, pidiendo que se mantenga la "descentralización" prevista para la sede espacial, donde Sevilla tiene una fuerte candidatura y un hub aeronáutico que lo respalda.
Bien por el alcalde sevillano. Ya hasta la ministra le llamó "pesado" por insistir tanto. Pero es que la opción lo merece.
El tema es que la 'NASA española' va camino de convertirse en una nueva patata caliente para el Gobierno de Sánchez que es quién debe decidir. Descartada Madrid, ¿apostará por Andalucía, Castilla y León o Aragón? ¿Tendrá algún peso el signo político de los gobiernos autonómicos o municipales en la decisión?
Sea la decisión que sea dejará tres enfados y una fiesta, además de una lectura política y la instrumentalización mediática de la decisión con mayor o menor 'ruido' en función de quién salga elegida. Y va a ser en breve.
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