Un partido para salir de la depresión

Domingo de Pasión y oportunidad para que el Sevilla ejecute el quite con el que hacerse perdonar tantos devaneos. Aparece en escena ese enemigo íntimo que el Sevilla tiene desde cierto domingo de Feria en que se sintió estafado por un trencilla. Ha pasado mucha agua bajo los puentes, pero el recuerdo se reavivó de generación en generación hasta considerar el sevillista al Atlético de Madrid como una de sus bestias negras.

Pero los tiempos son los que son y en este curso, los caminos de ambos han sido muy diferentes, aunque en el recuerdo figure el choque de la primera vuelta en aquel domingo de Magna en que el Sevilla estuvo en un tris de tomar el Metropolitano. Con el partido en la mano se dejó remontar por la tropa del Cholo para que en el descuento se materializase el 4-3 que remontaba el 1-3 sevillista. Derrota dolorosa que el Sevilla puede mandar al olvido en esta tarde cuaresmal.

A la cita de hoy en Nervión con horario a la antigua usanza llegan dos equipos deprimidos. Por distintas causas pero deprimidos, pues si el Sevilla viene de caer en el derbi, el Atleti recibía el miércoles su enésimo sofocón en un mes de disgustos. Descolgado en Liga y eliminado de Champions y Copa por sus enemigos más directos, con el dichoso penalti de Julián Álvarez como pesadilla que se eterniza y Lamine de obsesión ya enfermiza, la depresión le persigue.

Pero ambos, tanto el Sevilla como el Atleti, cuentan hoy con la posibilidad de un antidepresivo. Es más, en el caso del Sevilla, la curación pasa por aferrarse a la vía ganadora para tomar el último vagón del convoy que tiene a Europa en sus oraciones. Son detalles que fortalecen el cartel de este Sevilla-Atlético de Madrid que se juega en Nervión bajo luz solar. Dos contrincantes en estado depresivo y ocasión para que uno de ellos pueda curarse así que den las seis de la tarde.