Nostalgia de un tranvía muy familiar

10 de octubre 2024 - 03:08

Habitual era que Pepe tuviese que esperar a que Eulalio acabase el afeitado para proseguir la marcha superando San Laureano y girar hacia Marqués de Paradas. Pepe era el tranviario que manejaba el coche único de la línea 8, un circular que rodeaba el centro por su cara oeste para volver por el mismísimo meollo de la Sevilla de siempre, léase la Avenida, Tetuán, Campana y Alfonso XII. Esa línea 8 era conocida como la del tranvía de la Puerta Real, ese que esperaba al cliente rezagado y que, a media mañana, se convertía en lo que años después atendía por guardería. Y al frente de ese jardín de infancia con niños de San Vicente, Museo y Puerta Real que iban a echar la mañana en Cristina iba Pepe, el más popular del gremio de tranviarios en aquella Sevilla cruzada de raíles y que nunca será como entonces.

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