La nostalgia nos invadió la memoria

Una inesperada crisis identitaria me movió al desapego, pero ayer se me encogían los adentros viendo a mi Cristo, el de la Buena Muerte, en su paso donde entonces, en la Anunciación. Y se me agolparon las vivencias de cómo salíamos al adoquinado de Laraña con el sol dando en la cara de Cristo muerto. Ocurrió ayer en la misa por el Centenario de la hermandad de los Estudiantes y mientras don José Ángel predicaba, una cinta visual se paseaba por la memoria para meternos en los primeros años sesenta. Y se me iba la memoria a los amigos que me habían inculcado la devoción por la hermandad de los Estudiantes. Platicaba don José Ángel y soñaba con mi Cristo volviendo por Cuna en aquellos Martes Santo en que nada era como ahora, y me sumergía en un soñado túnel del tiempo en que me invadió la nostalgia.