Molesto ruido en torno al Betis

Las continuas noticias sobre las pretensiones vendedoras del Betis no caen bien en la clientela y hablan negativamente de la política de club, pues eso no casa con el deseado crecimiento. Cardoso es una pieza fundamental, mientras que Jesús ha sido la aparición más ilusionante. Otra cosa bien distinta es que surjan rumores sobre la posible venta de Ricardo o de Ávila, ese futbolista que nunca se contempló como refuerzo.

Pero cada vez que aparece la noticia del inminente traspaso de Cardoso es como un sapo en el desayuno del cliente, que acoge el asunto de las plusvalías como una pesadilla. Y es que con la cantidad de pesos muertos que vivaquean en el camerino bético es un dolor que sean los pesos vivos los que puedan abandonar la disciplina verde, blanca y verde. Ergo bien se haría en bajar el ruido de operaciones que debilitan en aras a dinamizar las que vayan en beneficio de la tropa que tan bien maneja Pellegrini.

Y se pregunta el susodicho cliente que por qué no se agarra el club a la cláusula de rescisión sin tener por qué entrar en negociaciones. Quien quiera peces que se moje el culo, aquí paz y después gloria. Pero el caso más chocante es el de Jesús y aquí surge el papel del entorno en imitación a lo que en su día pasó con Ceballos. Le gustaría al bético disfrutar algo de lo que aún es una promesa, pero da la impresión de que las circunstancias no favorecen al club. En fin que a ver si las plusvalías bajan su nivel de incidencia.