De moda la cerveza con bufanda

Servidor ya no gasta, que se quitó del fumeque hace treinta años, ergo no puede considerarse víctima de la persecución, delaciones incluidas, que sufren los pobres ciudadanos/as que continúan enganchados al humeante pitillo. Eso no obsta para sentir lástima de esos tan sañudamente perseguidos y que en este tiempo que disfrutamos están más cerca de morir de pulmonía que del enfisema. Los ves salir del bebedero de turno con cara de tristeza por el abandono de la tertulia para fumar en la calle. Salen con lo puesto y como con vergüenza, como apestados en esta sociedad intolerante en que la prohibición está a la orden del día mientras se muestra permisiva con prácticas que fueron nefandas hasta ayer mismo. ¿Y esos otros ateridos que se toman la cerveza con bufanda al relente de la terraza? Qué espanto.