Qué manera de rescatar al dictador

Cincuenta años después, la ultraizquierda que patronea Sánchez tras el legado recibido de Zapatero va a celebrar la muerte de Franco. Este hombre va a conseguir que la figura del dictador se engrandezca en vez de ser sumida en el olvido. A buenas horas, mangas verdes, o como dijo un día en Atocha el padre de Caracol, el del bulto, al tren que le había llevado desde Sevilla “esos cojones en Despeñaperros” como respuesta al fuerte bufido de vapor ya en Madrid. Pues así podría parafrasearse ante la medida del mandarín que nos maneja y recordarle que Franco murió en la cama y sin que nadie le tosiera hasta entonces, ni rojos ni muy rojos. Y paralelamente a esta milonga, Sánchez sigue en la Moncloa como si fuese suya y gracias al apoyo de gente que mató a mansalva hace nada y ya con Franco muerto.