Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Será a la intempestiva hora de comer cuando el Betis reciba al Celta de Iago Aspas y también de Borja Iglesias. Tres puntos arriba el Betis y en el recuerdo muy fresca la sesión llena de épica emotividad del jueves. Un partido que demandó cantidades importantes de cafinitrina debajo de la lengua, pues no pudieron pasar más emociones en tan corto espacio de tiempo. Por tanto, hoy se trata de alcanzar lo mismo, pero por distinto camino.
Y es que fue muy alto el nivel de sufrimiento, pues aunque la novela contó con un final feliz no conviene repetir su contenido. Llega un viejo rival de muchas batallas que tuvieron unos finales muy variados. Choques ligueros y coperos que están en la memoria, abundancia de pelillerías con el colofón de aquella expulsión de Luiz Felipe urdida por un Iago Aspas que significa la piedra angular del conjunto olívico y que hoy volverá a estar sobre la hierba heliopolitana.
Retorna en este partido Lo Celso, bien de titular o a lo largo del pleito. Aquella lesión sufrida vistiendo la albiceleste de su país parece restañada y todos hablan de la profesionalidad y capacidad de sufrimiento del argentino en el tiempo de recuperación. Sin duda alguna, el talento de Gio se ha echado en falta, aunque los resultados del equipo no se han resentido. Y ahora, cuando su selección vuelve a contar con su concurso, seguro será que intervenga en el juego.
Juegue o no juegue el rosarino, rememorar el talante y el juego mostrados en la visita del Atlético de Madrid debería ser la intención de la tropa que maneja Manuel Pellegrini. La experiencia vivida el jueves debe ser el motor que impulse a la tropa para seguir en la zona noble de la tabla y alejarse un poco más de un Celta que tiene al Betis a tiro de un partido. Se juega a una hora más adecuada para la gran colación, pero sin duda, el Villamarín empujará como siempre.
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