Visto y Oído
SoniaSonia
Tras el órdago de Vox con los Presupuestos, la lógica y el sentido común anticipan dos desenlaces diferentes. El sentido común hace difícil imaginar que Vox lleve su apuesta hasta el final, pero por lógica, una vez lanzado un órdago así, no es fácil dar marcha atrás. El oportunismo de la Junta con el calendario presupuestario al final ha tenido efecto boomerang: se decidió posponer las cuentas a las elecciones, para ahorrarse el desgaste de las promesas incumplidas, y al final las cuentas han quedado enredadas en los endiablados pactos poselectorales. Consecuencia: ahora Ciudadanos no puede sentarse con Vox, porque los ha vetado coherentemente en las mesas de negociación; y Vox no puede claudicar tras retar a las otras derechitas que pretenden usarlos como meros comparsas en los pactos. Orgullo y prejuicios, mal cóctel.
Y precisamente lo que enfatiza la extrema derecha es el fiasco de la Fórmula Andaluza de la que presumen PP y Cs, porque a Vox le toca ejercer gratuitamente de convidado de piedra. Un papelón, y no sólo teatral. El modelo de parejita oficial irreprochable (PP y Cs) con una relación extraconyugal vergonzante de uno de ellos (PP con Vox) es un planteamiento humillante. En ese punto Vox tiene, aunque parezca un oxímoron, la razón. El sentido común aún dice que habrá apaño, pero, por lógica, puede ser el primer fracaso para el Gobierno del camb…alache.
Ciudadanos ha quedado atrapado en sus contradicciones. Mientras el PP optaba por sacudirse los complejos y ya ha pactado con Vox desde Pozuelo hasta Almería, y si hay que ir a la investidura a caballo, pues se va… Ciudadanos va a tener que asumir algo obvio: no se puede pisar el barro y salir inmaculado. El imaginario de una mayoría parlamentaria que no sea un trío sino dobles parejas encapsuladas (Cs+PP y PP+Vox), sin contacto entre Cs y Vox por un cordón sanitario tácito, tiene un problema: es irreal. En el Parlamento votan como trío. Y Vox reclama que no se los trate como apestados, sino con respeto. Eso obliga a elegir, porque no cabe el punto medio de apestados respetables. Y en eso están. Las cabriolas en los próximos días pueden ser nivel Pinito del Oro.
De momento el PP, y no sólo Bendodo con su carácter proteico, sino Juan Bravo, el tecnócrata ambicioso, ya predican contra “los chiringuitos ideológicos” como buenos apóstoles, a calzón quitado. Comprar el lenguaje es comprar el marco mental. Y Ciudadanos también tendrá que decidirse. Este fin de semana Juan Marín, mientras gestiona las frivolidades de algunos de sus consejeros, tendrá que aceptar o rechazar la foto que reclama la extrema derecha escenificando un diálogo. Es un marrón, pero con la trayectoria de Marín –desde Alianza Popular al Partido Andalucista, desde Independientes de Sanlúcar al pacto con el PSOE– es difícil imaginar que no acabe pasando por el aro con pragmatismo, para sumarse al coro con la partitura de Vox, esos grandes constitucionalistas, aleluya, aleluya.
Nervios en Ciudadanos, o eso parece. Hay una versión light para el calentón de la consejera de Igualdad sobre el PSOE y los muertos de la Dependencia: desviar la atención en un momento delicado. La coartada del wag the dog, o cortina de humo, siempre es útil en estos casos. Y además resulta piadosa: ante la necesidad de desviar la atención, es más fácil comprender que se pueda decir una bobada o un comentario mezquino. Pero la mayoría de veces la cortina de humo es una milonga. El calentón indecoroso de la consejera –esas cosas o se afirman y se documentan de inmediato, o son de tarjeta roja– se suma a los excesos afganos de Educación. Mientras Economía y Empleo despachan por la vía de Presidencia, parece que Ciudadanos ha perdido swing. Incluso el propio Marín ha descubierto que le sobran competencias. Y el charme liberal no basta para que otro partido te regale 12 escaños mientras los desprecias abiertamente… eso requiere mucho más charme, cari.
Después de haber dilapidado mucha literatura en elogiar los Presupuestos más sociales de la historia, o unos de los 15.000 más sociales de la historia, ahora deben de estar preparando a toda velocidad el argumentario para establecer que no pasa nada si no hay Presupuestos porque tampoco cambiaban nada sustancial. Y salga el sol por Antequera. Es la hora estelar de los equilibristas.
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