Inquietud e insomnio por la Magna

Tocándose la ropa está todo aquel que tiene algo de responsabilidad en lo que resulte de esa Magna anunciada para el fin de semana de la Inmaculada. Alguno de esos próceres ya se pregunta por qué se les habrá ocurrido montar este acontecimiento y el susto no le sale del cuerpo. Y es que el invento tiene bemoles, pues es una fecha habitualmente conflictiva por una concatenación de festivos que obra como la miel para unas moscas ya numerosas que se multiplicarán al señuelo de esa multiprocesión que vamos a ver cómo se da. Ya hay hasta quienes siguen la vieja conseja de poner el parche antes de que brote el grano. Pero la verdad del asunto es que el proyecto es de una envergadura tal que es lógico que en estas vísperas que tan galopantes parecen pierda el sueño todo el que tenga algo que ver con el invento.