La Historia, tan rica en versiones

Para no ser menos y a falta de fervores nacionalistas, memoria histórica al canto y periódica concentración en la Gavidia. No está mal y si aquí no tenemos un Ebro que nace en tierras ignotas ni un estadio con nombre de asesino, sí tenemos a mano insistir en la cantidad de asesinados por los que ganaron la guerra. Es lógico que esos asesinados sean rescatados de la tumba anónima a fin de que los familiares sepan dónde están sus restos. Pero no vaya a ser que la historia se cuente como se cuenta en las ikastolas y en las escuelas catalanas. La desconexión existente hoy entre los distintos pueblos de España se acentuó cuando las competencias en Educación se traspasaron a las autonomías para que la historia se atomizara en infinitas versiones que sólo han servido para alimentar el fratricidio y resucitar fantasmas.